La Plaga parte 3 (Fanfic Yuri RWBY) (Parte 2)

Atención: El siguiente fanfic no tiene relación alguna con Beacon o la historia de Monty Oum, lo que estoy realizando, es un yuri de Bumblebee (BlakexYang) con temática propia.
Género: Drama, Romance, Yuri, Psicológico (puede contener lectura +18 en algunos capítulos)

Sinópsis:

Narra la historia en la que el mundo comienza a dividirse entre humanos y faunos, donde la discordia y el honor comenzó a ser lo primordial, llevándolos a desacuerdos permanentes y guerras continuas. Mientras el mundo se dividía por raza, estos no se daban cuenta de que algo peor venía en camino.


    Al amanecer, Yang había amanecido sin fiebre, el cuerpo solía dolerle de vez en cuando al igual que la cabeza, pero según ella, sentía que estaba mejorando. Blake le había preparado un té de limón que había encontrado en la alacena y los demás tomaron té negro. Jhin remarcaba seguido que la peli negro le daba más en las mañas a Yang que a la más chica, pero para Blake, no eran mañas, más bien consentirla.

Jhin: Detrás de la cabaña, a una media hora hay un pueblo, si les doy algo de dinero, ¿no se lo gastarán en ropa? -indaga pasándose la mano por el cuello.

Yang: Puede que te compre una linda bufanda cariño y después, podemos ir a pintarnos las uñas -toma la mano de Blake y le habla sonriente de manera forzada. Su compañera sólo ríe un poco. Jhin: Ok, ya entendí. No hace falta que hables así de raro -le pasa una bolsa con monedas.

Blake toma la mano de la pequeña y sale con Yang fuera, hacía bastante frío.

Yang: La verdad que comprar otro abrigo no vendría nada mal -mira a Blake- O pantalones largos para ti.

Blake: Estoy bien, si compras algo, que sea alimento.

Yang: ¿Y cómo la llamaremos? -mira a la niña mientras comienzan a caminar-No creo que le guste que siempre le digamos niña o renacuajo.

Blake: Hey, claro que no -se queja- ¿Qué les parece... Menma?

Yang la mira por unos segundos y luego ríe un poco. Blake sólo gira el rostro molesta.

Yang: No, no. No te enfades. Es que, ¿te gusta mucho la comida o hacer de comer? -indaga sonriente.

Blake: Sólo me pareció lindo -se cruza de brazos.

Menma: ¡A mí me gusta, gracias! -dice la pequeña con una sonrisa tomando la mano de Blake.

Yang: Pero... yo no dije que no me gustara -coloca cara de cachorro arrepentido.

Blake se acerca a ella y le da un pequeño empujón usando su hombro.

Menma: ¿Blake, puedo llamarte mamá? -se queda observándola para ver su respuesta.

Blake: ¿E-eh? B... bueno, si eso te hace bien... -se sonroja.

Yang: Excelente idea Menma ¿Yo también puedo llamarte mamá, Blake? -la abraza.

Blake: ¿Q-qué rayos te pasa? -indaga nerviosa y con un sonrojo más fuerte.

Luego de un incómodo viaje, llegan al pueblo.

Yang: ¡No puede ser! -exclama acercándose a una vidriera donde estaban vendiendo una moto amarilla con retoques negros.

Blake: ¿Te gustan las motos?

Yang: ¿Bromeas? Llevo ahorrando años por una, aunque admito que Jhin suele ayudarme. Esta es Bumblebee, uno de los mejores diseños en motos deportivas, sacado en los tiempos de mi padre ¡Su motor es extremadamente genial! -levanta los brazos.

Blake: Wow, realmente te gusta -le sonríe- Estoy segura de que algún día te subirás a una.

Yang: ¿Tú crees? -se queda mirando la moto.

Blake: Claro que sí, sólo debes buscar un trabajo y continuar con tus ahorros.

Yang le sonríe y continúan caminando en busca de algún mercado. Menma ve uno y comienza a correr hasta él, tomando un carrito de compras.

Yang: Oye, pequeña, ven -se le acerca. La muchachita se queda mirándola con sus grandes ojos celestes sin soltar el carrito, así tuviese que estirar más de lo que ya lo hacían sus brazos.

La rubia la sujetó por las axilas con cuidado y la levantó hasta lograr acomodarla dentro del carro. A Menma le había gustado mucho la idea por su gran sonrisa cuando Yang comenzó a mover el carrito hacia delante.

Yang: ¡Es hora de chocar personas! -exclama sonriente levantado una mano y frunciendo el ceño.

Blake: Ni se te ocurra -la regaña jalándole la ropa.

Yang: ¿Las torres de lata tampoco? -pregunta disgustada.

Blake gira el rostro un poco molesta y suspira.

Blake: Tal vez... una sola torre... -susurra cruzada de brazos.

Yang: ¡Yeeey! ¡Eres súper! -la abraza con fuerza y comienza a empujar el carrito, Menma daba pequeños saltos dentro de éste.

Blake: ¡P-pero luego de comprar! ¡Yang! Ha... -vuelve a suspirar mientras las persigue.

Por suerte, Blake pudo controlar los impulsos de Yang al querer tirar cada torre de latas en los pasillos del mercado, pero al terminar de pagar, fue convencida por la rubia y la niña de tirar una de las torres con el carrito y salir corriendo.

Blake: No volveré a hacer eso, casi se me sale el corazón -dice agitada ya lejos del mercado.

Yang: Jaja Esa es la gracia. Así debes sentirte -le da una palmadita amistosa en la espalda.

Menma: ¡Eso fue muy divertido! -exclama sonriéndole a Yang.

Yang: ¿Subir al carrito o ver a Blake correr mientras es perseguida por los guardias de seguridad? -indaga llevando la mano al hombro para apoyar las bolsas de compra en su espalda.

Blake: No fue divertido, ustedes ni me ayudaron -infla los mofletes.

Yang: Hey... Sabes que si hubiese sido peligroso no te habría dejado sola -acerca su mano a la del fauno de ojos amarillos y cristalinos.

Blake asiente y acepta su mano, para luego entrelazarlas.

Menma: ¿Mamá, mañana podemos salir a pasear también? -indaga sonriente.

Varias emociones pasan por el pecho de Blake al escuchar hablar a Menma. Cuando Yang nota que sólo se le queda mirando, intenta responder por ella.

Yang: Creo que sería genial, podemos ir a explorar las montañas.

Menma: ¡Sii! -sonríe alegre.

Al llegar a la cabaña, dejan las compras sobre la mesa de madera y Menma corre hasta Jhin, sentándose a su lado para contarle todo lo que había pasado. Blake sale fuera y se sienta en un tronco.

Yang: ¿Estás bien? -se coloca a su lado.

Blake: Si, sólo... salí a tomar aire.

Yang: Aire helado -le sonríe colocándole un abrigo en la espalda-Si algo no va bien, puedes contármelo.

Blake: No es que no vaya bien... Creo que he olvidado cómo... ser feliz... -baja la mirada.

Yang se sienta y apoya su mano sobre la de Blake, acariciándola con el pulgar suavemente.

Yang: Tal vez tengas miedo a ser feliz. Pienso... No lo sé, a mí suele pasarme, por esa razón trato de divertirme aunque hago el torpe y queda mal para mi edad -ríe un poco.

Blake: Claro que no. Me parece lindo que seas así. Menma es testigo de que te vez genial -le sonríe.

Ambas se quedan en silencio un rato, cuando la peli negro apoya su cabeza en el hombro de Yang, esta intenta decir algunas palabras.

Yang: Blake... Tú, ¿quieres volver a la tierra de faunos? Es decir... -le aprieta la mano un poco por los nervios- ¿Es necesario que vayas?

Blake: No... -responde sin vacilar.

Yang: ¿N-no? Entonces, ¿puedes quedarte aquí? Quedarte aquí... conmigo...-indaga mirándola de reojo- Y bueno, con Jhin y Menma claro -agrega titubeante.

Blake: ¿Por qué me pides esto? -se gira para mirarla.

Yang: Pues... la pasamos bien todos juntos, ¿no?

Blake: Si... -vuelve a bajar la mirada y aparta la mano de la de su compañera.

Yang: Pero... no te enfades... -pide algo triste.

Blake: No me enfado...

Yang: Blake... lo siento, no soy buena expresando lo que siento -se gira para apoyar su frente en el hombro de su amiga- Perdóname...

Blake da un pequeño suspiro y vuelve a tomar la mano de la rubia con delicadeza.

Blake: ¿Qué sientes por mí...?

Yang levanta el rostro, toma el mentón de la peli negro y la besa en los labios, pasando su lengua por el labio superior.

Yang: Una necesidad muy grande de estar a tu lado...

Blake se sonroja y rodea el cuello de Yang con sus brazos.

Blake: ¿Eso les dices a todas las que conoces en pocos días? -indaga con una pequeña sonrisa, acercando su nariz al rostro de la rubia para frotarla con la de ella.

Yang: Puede ser, es un misterio ya que eres la primera -le da otro pequeño beso.

Blake: ¿Y puedo quedarme en ese puesto siempre? -se acomoda sobre la falda de Yang.

Yang: Sería un honor... -vuelve a besarla, acariciando su cabello con una mano y con la otra acercándola a ella desde la cintura, hasta que un extraño dolor que recorrió sus dos brazos hasta la cabeza la hizo apartarse de la peli negro.

Blake: Yang, ¿qué sucede? -la mira preocupada.

Yang: Tal vez... estoy pasando frío y los huesos me pasan boleta -intenta calmarla sonriéndole de manera forzada.

Blake: Deberíamos buscar algún médico en el pueblo y sino llevarte al hospital -acaricia los brazos de la adolorida tigre suavemente.

Yang: Tranquila... sólo han sido un par de puntadas -aclara.

Blake: Está bien... Pero si sientes que se pone peor, debes avisarme, ¿sí? -se coloca de pie para ayudarla a levantar.

Yang: Lo haré... -gira el rostro y suspira.


Blake: ¿Te sientes mejor? -pasa sus dedos por el cuello de la rubia, masajeando.

Yang: Si... Tus masajes me han calmado, gracias -se encorva un poco hacia atrás para estirarse.

Jhin: Con más de media hora así cualquiera queda relajado -mira a ambas de reojo sin descuidar el juego de "Ta-Te-Ti" que llevaba con Menma.

Menma: No sé qué hacer mamá, Jhin es muy bueno en este juego -dice algo triste.

Yang: Jhin no es bueno, sólo se aprovecha de los niños -lo observa frunciendo un poco el ceño.

Jhin: No es aprovecharse, es estrategia. Los curas lo usan siempre -se queja.

Blake: ¿Menma, por qué no vas a dormir un poco? Te ves agotada pequeña.

Yang: Tengo una historia genial de dragones, ¿no te gustaría escucharla? -mira a la pequeña apoyando sus manos en las rodillas.

A la niña se le dibuja una sonrisa de oreja a oreja y da un pequeño salto para bajar de la silla y dirigirse hacia Yang, quien entró a la habitación para ayudarla a colocarse algo cómodo al dormir. Jhin se levanta, acomoda su pañuelo y arma.

Blake: ¿Irás a algún lado? -lo observa mientras acomoda la mesa y sillas.

Jhin: Veré si me hago de algún cliente o consigo información. Yang tiene dinero, ahora que tiene novia espero no lo gaste todo en un día -suspira colocándose un sombrero marrón de cuero.

Blake: ¿N-novia? -pregunta sonrojada.

Jhin: No soy experto en el amor, pero ustedes dos parecen pareja -la señala y luego hace lo mismo hacia la puerta por donde pasó la rubia, luego abre la puerta de salida- Blake...

La peli negro se gira para mirarlo al ver su rostro serio.

Jhin: Yang no está bien.

Blake: ¿Eh?

Jhin: Si vez que se pone peor ve a buscarme a la ciudad, ¿bien?

Blake: Ah... pero... no entiendo.

Jhin: Volveré lo más rápido posible, cuídense -sale por la puerta y cierra.

Blake: ¡Jhin!

La peli negro no había entendido mucho a qué se refería, pero procuró relajarse y continuar ordenando. El cansancio la llevó a tomar asiento y ver con curiosidad a qué habían estado jugando Jhin y Menma, se notaba de lejos que él intentaba dejarla ganar en muchos momentos. Eso la hizo reír mientras seguía mirando algunos dibujos, en donde uno llamó su atención, la pequeña había dibujado varios círculos negros, tal vez Jhin estuvo hablando con ella de algo. Sin darse cuenta, comenzó a quedarse dormida al apoyar su cabeza en uno de sus brazos.

Luego de unas horas, Yang sale por la puerta de la habitación y toma su abrigo. El ruido hizo que Blake abriera los ojos lentamente y estirara sus brazos.

Blake: ¿Te ha dado frío? -pregunta algo dormida aun.

La rubia sin siquiera mirarla sale por la puerta hacia fuera, lo que despierta a Blake inmediatamente para seguirla.

Blake: Y-Yang, ¿qué haces? -indaga recibiendo el golpe helado del ambiente e intentando alcanzar el brazo del tigre.

Yang: Volveré luego, estoy... mareada, es todo. Vuelve a... -deja de hablar y se apoya en un árbol, sujetándose el brazo con fuerza, como si le doliese.

Blake: Yang... -la mira preocupada y se acerca para acariciar su espalda, pero la rubia la aleja intentando hacerlo lo más suave posible con el brazo que se había estado sujetando el que le dolía. La peli negro sólo se llenó de angustia.

Yang: Ve a ver cómo está Menma... Es más importante. Cuando desperté con este dolor... Ella estaba observándome, me pareció haberla visto desaparecer de la cama, lo último que pude sentir fueron pasos en la habitación, no pude quedarme, comencé a sentirme muy extraña... los ojos me ardían... -vuelve a sujetarse el brazo.

Blake: ¿Qué? Espera... ¿Desaparecer? -curva el ceño intentando comprender.

Una fuerte explosión resuena no muy lejos de donde estaban y un grito sale de Yang, como si le hubiesen clavado algo en el brazo. Blake se había quedado atónita por la explosión, pero al notar que la rubia estaba rascando el árbol de manera extraña, casi intentando arrancar la cáscara, la hace acercarse a ella nuevamente.

Yang: ¡No te acerques! -grita enfurecida.

Blake da unos pasos hacia atrás y un escalofrío recorrió su cuerpo al notar que los ojos de su compañera habían tomado un color rojo intenso. Yang se levanta y comienza a caminar torpemente, golpeando algunos árboles y curvándose hacia atrás por algún tipo de dolor que la hacía gritar y retorcerse. Otra explosión volvió a chocar en el lugar, obligando a Blake a agacharse y cubrirse.

Unos ruidos metálicos comenzaron a resonar en la cabeza de Yang, haciéndola gritar y pedir que pararan.

Yang: ¡¡Basta!! -vuelve a pasar los dedos por la cascara del tronco, lastimándose por la presión.

Blake se levanta de un salto y corre hacia ella para frenar que continuase lastimándose, pero la rubia vuelve a empujarla con bastante fuerza, casi rugiendo al hacerlo.

Yang: ¡¡Te dije que te fueras!! -ruge.

La peli negro intenta levantarse pero otra explosión la tira al suelo. Cuando logra levantarse ve a Jhin intentando controlar a Yang, la cual estaba aplicándole bastante fuerza a los golpes, su amigo no se quedaba atrás; comenzó a darle patadas bastante fuertes en las piernas, tanto, que preocupaban a Blake.

Blake: ¡Basta, vas a lastimarla! -grita alarmada.

Jhin toma a Yang de los brazos, al notar que sus piernas ya estaban debilitadas, la tira al suelo con fuerza, la coloca de costado y le ata las muñecas con una cuerda. Yang, a pesar de todos los golpes, continuaba curvándose de rabia, entre rugidos y miradas llenas de ira dedicadas a su opresor.

Blake: ¡Estás haciéndole daño! -le critica.

Jhin: Escucha... -se levanta bastante molesto, intentando conservar la calma y se pasa el brazo por la boca para limpiarse la sangre- Llévala a Ital y quédense allí un rato hasta que pasen los bombardeos, atacarán el pueblo y la ciudad que le sigue, es lo más seguro-le coloca un papel en la mano- Menma ha desaparecido, si quieres ponerte a buscarla entonces lárgate y yo me haré cargo de Yang -la observa con el ceño fruncido.

Blake no podía procesar todo lo que le estaba diciendo, para ella era extraño que la niña no haya salido ante todas las explosiones... quería creer en todo lo que le estaban diciendo y no le quedaba de otra al ver que la cabaña estaba envuelta en llamas. Sentía que iba a desmayarse, pero no podía abandonar a su compañera así.

Blake: No digas estupideces... No dejaré a Yang sola... nunca -le devuelve la mirada.

Jhin: No le confío la vida de Yang a nadie, pero te daré una oportunidad, si fallas, te arrancaré las orejas.

Blake gira el rostro y se acerca a Yang, la cual la observa con mala cara.

Jhin: Van a hacer un rastreo por toda la zona, cada vez hay más soldados. Me quedaré para cubrirle las espaldas -le da un empujón a Blake para acercarla a Yang, colocando sus manos sobre las sogas- No la sueltes hasta que sientas que debes, queda en ti quedarte con ella o no -empuja a Yang y esta le ruje-Muévanse -ordena.

Blake comienza a guiar a Yang, casi tirando de ella para que caminara, el dolor que Jhin le había ocasionado en el cuerpo la había dejado sin ganas de seguir batallando por el momento.

Jhin: Y Blake...

La peli negro se detiene y gira el rostro.

Jhin: Cuando Yang esté así, ya no es consciente de nada, si no te defiendes y la proteges, si no haces ambas cosas a la vez, puede matarte -la mira seriamente.

Blake sólo traga saliva y continúa caminando, no creía en nada de lo que Jhin le había dicho. Sabía que Yang jamás podría ser capaz de algo así. Nunca.

Luego de un largo trayecto, la fauno pudo llevar, por no decir, arrastrar, a la rubia hasta un lugar más tranquilo, una llanura nevada. Faltaba mucho para llegar a Ital, una zona bastante tranquila. Ella ya había pasado por ese sitio, era verde en primavera y las grandes montañas parecían tocar el cielo. Un lugar bastante alejado de las ciudades.

No podía evitar aceptar que sentía angustia aún por Menma, pero intentaba continuar adelante, hasta que Yang cae al piso, sus ojos habían vuelto a su color natural pero continuaba cerrando los puños con fuerza, como si le hubiese quedado un tic de ira.

Blake: ¿Te sigue doliendo? -dice casi en voz baja para no alterarla.

Yang asiente y baja la mirada.

Blake: ¿Quieres... que masajee tu cuello?

La rubia vuelve a asentir casi sin ánimos. Blake suelta la cuerda lentamente y se coloca con la misma velocidad detrás de su compañera, masajeando sus hombros con delicadeza. Luego de unos minutos, unas lágrimas se derraman por las mejillas de Yang, sube sus muñecas atadas y se limpia el rostro.

Blake: Yang... -deja de masajearla y la observa tristemente, luego respira hondo e intenta cobrar confianza, pasa sus brazos por los hombros de la rubia y comienza a intentar desatar el nudo de sus muñecas.

Yang: ¡No, no! -grita asustada al sentir las muñecas ligeras, encorvándose un poco- Déjalo así... -pide casi llorando.

Blake apoya la frente en el hombro de Yang y la abraza suavemente.

Blake: No pasará nada... Yo estoy contigo -le acaricia la espalda con su mejilla. Luego, Yang comienza a llorar, dando pequeños golpes en el suelo con sus puños.

Continuará.


Notas del autor: La música me ayudó mucho a escribir el capítulo, si pudiese otorgarle un primer ost a mi fanfic para Yang, sería esa =) Saludos a todos mis lectores! Sin ustedes no estaría llegando tan lejos con esta historia ^^
Música: Thomas Bergersen - Into Darkness

  

Las chicas, luego de haber pasado por algo difícil de comprender, acamparon al atardecer, tras haber estado caminando para llegar a Ital.

Blake: A ver... -ayuda a su compañera a sentarse cerca de un árbol- Espera aquí, iré por más ramas y...

Yang: ¿Te vas a ir? -indaga angustiada.

Blake: N-no muy lejos, sólo por ramas y hojas -le señala.

La zona por la que andaban ahora había cambiado un poco. Ya no había bosque ni muchos lugares rocosos. Era en gran parte césped nevado, algunos árboles y montañas muy a los lejos.

Yang: ¿Puedo... ir contigo?

Blake: ¿No quieres esperar aquí? Aún debe dolerte -sugiere preocupada.

Yang: No... Me siento mejor, prefiero ir contigo -intenta disimular el dolor, pero su sonrisa no salía.

Blake: Hm... Está bien. Pero si necesitas descansar regresamos -avisa comenzando a caminar.

Yang asiente para luego seguir a la peli negro, a la cual le miraba de reojo la mano cercana a su cintura. Quería tomarla pero no era un buen momento, ella las tenía amarradas y el quitarse las ataduras le hacía entrar un miedo muy grande al recordar cómo había actuado con ella antes. Tenía vagos recuerdos, pero una fuerte angustia.

Blake recolectó varias ramas, algunas piedras y con la ayuda de Yang, hojas.

Yang: Me duelen un poco las piernas... ¿Puedo sentarme un poco? -pregunta tratando de ocultar el temblar de sus pies. Jhin le había aplicado bastante fuerza a esos golpes.

Blake: Claro que si, ven -deja las cosas en el suelo y la ayuda a sentarse, colocándose detrás de ella para que su compañera pudiese apoyarse en algo.

Yang: Parezco una vieja -se queja en voz baja.

Blake sonríe y se acomoda a su lado.

Blake: Pues... eres una vieja muy bonita -pasa una de sus manos por las piernas de Yang para masajearlas.

Yang: Blake... quiero correr... -baja la mirada.

Blake: Ya podrás...

Yang: Siempre dices lo mismo... -interrumpe- Siempre con "el que algún día podré hacer algo de lo que tengo en mente o quiero realizar", ¿crees que todo se cumple con sólo sentir que se puede? -pregunta algo molesta.

Blake: Si...

Yang: ¡No! -levanta la voz. Luego de unos segundos se lleva ambas manos a la cara.

Blake sólo se queda en silencio y retira su mano para luego girar el rostro.

Yang: Perdona... estoy alterada todo el tiempo y eso me altera más -dice aún con un tono molesto.

Blake: No te preocupes... Sé que no estás bien, puedes contar conmigo. Pero necesito que hagamos esto juntas, ¿sí? -pide amablemente para no aturdir más a su amiga de lo que ya se veía.

La rubia asiente y apoya lentamente su cabeza en el hombro del fauno, quien acerca sus manos a las de ella para tomar las cuerdas.

Yang: No no... -levanta las manos.

Blake: Hey... dijiste que íbamos a cooperar juntas. Confía en mí, no pasará nada -intenta alcanzar las manos del tigre nuevamente.

Yang: Confío en ti, en mi no.

Blake: Yang... si no confías en ti misma, sea lo que sea que quiere controlarte terminará haciéndolo mucho más fácil, intenta confiar poco a poco en ti -toma sus manos y acerca su frente a la de ella.

Yang: Esta bien... -suspira.

Mientras la peli negro va desatando la cuerda, las manos de Yang tiemblan un poco.

Blake: Respira hondo, ahora mismo eres tú. No pasará nada -le sonríe cálidamente para relajarla.

Yang toma aire y exhala asintiendo a lo que su amiga decía.

Yang: Si, tienes razón... No pasará nada, estoy consciente. No te haré nada. No puedo dañarte -sus palabras salían un poco rápido por los nervios. Movía sus muñecas un poco al sentirlas libre y luego una suave sensación inmovilizó su cuerpo, relajándolo casi por completo.

Blake había acercado su rostro para besarla, la había tomado desapercibida por sus nervios pero la peli negro la hizo bajar a la realidad en un pestañeo.

Blake: Abrázame como siempre... -pide sin alejar sus labios del rostro de Yang y tomando sus manos para ayudarla a que perdiera el miedo, pasando los brazos de la rubia por su cintura.

Yang sabía todo lo que sentía por aquel ser de bellos ojos amarillos. Quería gritarlo desde lo alto de una montaña. Si bien no imaginó que su corazón iba a latir así de fuerte por aquella persona que chocó con ella ese día, si sentía que era especial. Lo suficiente como para haberla hecho cambiar de idea con sólo una mirada.

Yang: Te amo... -susurra sin apartar los labios y luego se aproxima para darle un beso más intenso, metiendo su lengua dentro.

La rubia no le daba chance de responder a Blake, sus lenguas habían comenzado a acariciarse mutuamente dando ligeras caricias con la punta de las mismas en los labios cuando tomaban aire. Yang abrazó a su ser amado con fuerza, arrimándola a su cuerpo para darle calor; luego bajó su cabeza para morder suavemente el cuello de Blake, quién emitió un gemido al instante. Yang pensó que la peli negro iba a disculparse como la otra vez y decidió detenerse un poco, pero al subir la mirada, el rostro del fauno rebozaba de un sonrojo fuerte y una respiración acelerada. No pudo evitar volver a acercarse al cuello para pasar la punta de su lengua de abajo hacia arriba, provocando otro gemido en la persona que comenzaba a desear.

Blake: Y-Yang... me siento rara... -avisa mientras se aferra más a la rubia, la cual comenzó a darle pequeños besos alrededor del cuello-Ah... si sigues...

Yang vuelve a interrumpirla con otro beso, coloca una de sus manos en la cabeza de la peli negro y la jala con delicadeza hacia delante para profundizarlo, dejando hilos de saliva caer al separarse. La rubia no pudo evitar llevar una de sus manos al muslo de Blake y presionarlo con delicadeza. Los gemidos de la peli negro y sus manos sujetándola de los hombros con sus delicadas manos provocaban un sinfín de sensaciones en su interior, llevándola a recostarla sobre las hojas que habían recolectado.

Yang: Lo siento... si te da frío me dices... ¿sí? -la mira un poco preocupada sin desaparecer el deseo de sus ojos.

Blake asiente y rodea el cuello de la rubia con sus brazos para atraerla hacia ella y besarla.

Blake: Tus besos me abrigan... -le sonríe sonrojada.

Yang: Adoro besarte... -le devuelve la sonrisa-No hay nada más cálido en mi vida que el sentirte cerca -acerca su rostro para frotar su nariz con la de ella dulcemente. La rubia se queda mirándola sin continuar haciendo algo que provocara más "sonidos" en Blake.
Blake: ¿Te sientes mal...? -la observa preocupada.

Yang: No... Sólo pienso que este no es lugar para hacerlo... Pasarás frío... No quiero eso, deseo que lo disfrutes bien... -se sonroja.

Blake le regala una cálida sonrisa y la abraza con fuerza.

Blake: Te amo Yang -lleva una de sus manos a la cabeza de la rubia para entrelazar los cabellos entre sus dedos y acariciarla.

Yang: Y yo a ti... -besa su cuello- No importa lo que pase... siempre será así -afirma ocultando sus ojos cristalinos en el cuello de Blake.

Continuará.  

© 2016 KIRANARU. P. Argentina, 28046
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar