Crow White Saga (La plaga - Yuri RWBY)

Muchos (lectores de La Plaga) me pidieron que colocara escenas de Raven y Summer, bastantes la verdad xD Así que he decidido hacer una especie de OVAS. Si bien se aplica sólo en series, ustedes entienden a qué me refiero haha Serán unos 3 o 4 capítulos donde se mostrará lo ocurrió con ellas, cómo se conocieron y demás.

Puede contener lectura para adultos, no me hago responsable de quien lo lee, dejo la advertencia.

Género: Yuri. Drama. Romance. Futanari. Adulto. 


Summer fue criada por su padre Joule, subjefe de una empresa en atlas, quienes se encargaban de la economía en varios sectores de Remmant; y su madre Glynda, profesora de un instituto en Vale.

Summer era educada pero traviesa, sobre todo aventurera. Le gustaba ir de aquí para allá, desde muy pequeña. Quería conocer todo Remmant, era una de sus metas.

Raven nació en una familia cuya maldición los tenía apartados de todo, tanto faunos como humanos. Sus padres no tardaron en abandonarla desde muy pequeña, ya que sentían que iba a ser asesinada de todas formas y no querían involucrar a su hijo menor, Jhin, quien se unió a ella la misma noche que fue dejada por sus padres en una granja. Ambos hermanos eran muy unidos.

Jhin: ¿Dónde estuviste? Pasó la carreta de los lunes y no encontraba el dinero -avisa, asomándose por el puente, donde vivía junto a su hermana, quien solía salir a la ciudad en su forma de lobo. No le gustaba ser vista en persona.

Raven: Por ahí... -se sacude al ingresar debajo del puente y dirigirse a una esquina para recostarse- El dinero está en el sombrero marrón, puedo ir a comprar algo luego.

Su hermano la observó preocupado, ella solían tener bajas de ánimos muy seguidas, aunque con él no lo demostraba mucho, Jhin podía notarlo con sólo mirarla.

Jhin: No es necesario, hermana. Está lloviendo mucho -gira el rostro. Las gotas aún golpeaban fuerte el suelo.

Raven: Si... A mí me atrapó en el camino...

Jhin: Tardaste mucho, ¿no estás muy mojada? -toma una toalla para colocarla sobre la pelinegro.

Raven: Jhin, hablé con una persona -levanta su hocico para observar directamente a su pequeño hermano.

Jhin: ¿Eh? ¿Te hizo daño?

Raven: No... Era una niña que llevaba una caperuza blanca. En un momento me sumergí en mis pensamientos y luego sentí que algo cálido me cubrió de la lluvia. Ella llevaba un paraguas y me observaba preocupada, ¿eso es normal en una persona?

Jhin: ¿N-normal?

Raven: Que se preocupe por mí.

Jhin: Ah... Pues... -se queda observándola sin saber qué responder. Hasta el momento, todos veían a los licántropos maldecidos con desagrado, tal vez esa niña no sabía de su hermana- No lo sé.

Raven giró el rostro al no encontrar respuestas y suspiró. Su hermano se sentó a su lado para acariciar la espalda del lobo.

Raven: Espero que la lluvia se detenga... Quiero ver las estrellas -vuelve a suspirar.

Jhin: Yo igual... Tranquila -le sonríe- Es casi mediodía, queda mucho para la noche.

Raven se pone boca abajo, estirando sus piernas hacia arriba en un movimiento rápido y luego mete su cabeza debajo de los hombros su hermano, para empujarlo; solían jugar mucho así en la temporada de lluvia.

Jhin: ¡Hueles a perro mojado! -ríe al sentir las cosquillas, alejándola con sus manos.

Raven: ¿Ah sí? Y tú hueles a popo -ríe, jalándolo de la ropa con sus dientes.

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Summer: ¡Mamá, mamá! -entra a su casa y cuelga el paraguas, su madre se encontraba cocinando.

Glynda: Te he dicho que no salgas por tanto tiempo a las calles cuando llueve, Summer.

Summer: ¡Mamá, mamá, encontré un perrito! -la jala de la ropa.

Glynda: Sabes que tu padre es alérgico, Summer. Te he ofrecido tener un pescadito, ¿no te agrada aún la idea? -tapa la olla.

Summer: No... -suspira y camina hasta la mesa, para tomar asiento en una silla y apoyar la barbilla en sus brazos, que descansaban sobre la madera.

Su madre la observó por unos segundos sin saber cómo convencerla de tener otro animal, pero sabía que su hija había querido tener un perro desde más pequeña, pero no se podía.

Raven volvió al lugar donde había visto a la niña ese día de lluvia y se quedó sentada en una de las veredas, algunas personas la observaban con curiosidad, ella tenía unas pequeñas alas negras en su espalda. Seguramente heredadas de su padre. Su hermano podía convertirse en cuervo, pero ella había salido más extraña. Se quedó allí casi todo el día, hasta que al caer la tarde, pudo verla, no pudo evitarlo al sentir como se acercaba rápidamente, dio unos pasos hacia atrás, en alerta.

Summer: Lo siento, no quería asustarte. Es que no me dejan tenerte en casa, pero debes de vivir por aquí.

El lobo la mira sin entender mucho, con el único que hablaba, era su hermano. Nunca con otra persona.

Summer: Me gustaría poder llevarte a casa... -suspira aún frustrada.

Raven toma asiento al no ver amenaza, intentando comprender la depresión de la niña que había llamado su total atención.

Raven: Ah... Lo siento, no podría vivir en tu casa. Debo cuidar de mi hermano.

Summer se queda con los ojos bien abiertos y luego una sonrisa enorme se posa en su rostro.

Summer: ¡Oh, cielos, eres un perro que habla! -da un pequeño salto de la emoción y se acerca un poco más al lobo, quien la mira más extraño aún- ¿Tú me entiendes?

El lobo sólo asiente, temía que si volvía a hablar, la niña comenzaría a los gritos.

Summer: Esto es mega emocionante y fantástico -se acerca un poco más.

Raven: ¿Mega... emocionante? -el tenerla tan cerca la pone un tanto en alerta, no comprendía mucho el lenguaje que estaba utilizando.

Summer: Es la primera vez que hablo con un perrito que habla -sonríe.

Raven: Ah... soy un lobo -aclara. Aunque se ve atrapada ante la bella sonrisa de la pequeña.

Summer: Eso lo hace aún más genial -levanta sus brazos- ¿Tienes familia?

Raven: Un hermano.

Summer: ¿Es un perrito como tú? -se sienta frente a ella.

Raven: Ah... No, él es un cuervo.

Summer: ¡Woow, ¿y habla como tú?! -indaga emocionada.

Raven: S-si...

Se quedaron hablando hasta el anochecer. Summer respetaba siempre la distancia que su nuevo amigo tenía con ella. Jhin estaba algo preocupado, temía que podía dañarla, pero al notar a su hermana más animada, toda esa preocupación desapareció; hasta que un día, en la tarde, un grupo de adolescentes vieron a Raven como algo raro y comenzaron a burlarse de ella, uno de ellos la golpeó con un palo, lo que la hizo ponerse un tanto agresiva; pero éstos no pararon, le tiraban piedras para alejarla con tono de broma y Raven, se abalanzó sobre uno de ellos, intentando morderlo; entre gruñidos y golpes que le daban para alejarla del muchacho, sintió que alguien la jaló, pidiéndole que parara; al sentirse invadida en el tacto, mordió a quien había querido frenarla, pero se quedó en seco al ver que había mordido el brazo de la pequeña con la que solía hablar. Los adolescentes continuaron tirándole piedras y varios adultos comenzaron a acercarse al lugar. Raven se sintió atormentada por lo sucedido y salió corriendo sin mirar atrás.

Muchos adultos quisieron capturarla, por lo que ya no pudo tomar la forma de lobo. Tomó la decisión de alejarse del pueblo, su hermano estuvo de acuerdo y ya no volvieron allí.

La niña quedó en el recuerdo de Raven... pero aun no podía perdonarse el haberle mordido. Se sentía cobarde y frustrada.

Con el pasar de los años, creció y comenzó a trabajar junto con su hermano. Ambos querían entrar a Beacon, uno de los mejores institutos en Vale para aquellos que buscaban ser grandes cazadores de Grimms, las criaturas que amenazaban Remmant.

Summer... Creció un tanto solitaria, su madre falleció al año que Raven desapareció, debido a una enfermedad que no pudieron combatir. Su padre iba poco a casa y se encontró cara a cara con su sensibilidad a la soledad, era algo que no toleraba. De adolescente, su padre la hizo ingresar a un instituto, donde conoció a un hombre de negocios, llamado Ruk, que le hizo compañía durante el primer año. Perdida en el rumbo de muchas cosas, la morena comenzó a tomar por las noches. Su padre le había dicho que para un buen futuro, buscase a alguien como Ruk, ella no deseaba eso, pero se vio tan abandonada por su padre, que comenzó a confundir el amor con la compañía, dejándose llevar por el alcohol y la soledad, todo terminó en algo que no deseó.

Raven pasó la prueba junto a su hermano, al fin habían conseguido algo luego de tanto esfuerzo.

Mientras Raven y Jhin esperaba en una sala grande que se le asignara su habitación, su hermano fue por la cena y ella a una de las esquinas, para reservar lugar, igual, no le gustaba estar rodeada de tanta gente. En uno de sus suspiros, sintió un fuerte golpe en su pecho, le frunció inmediatamente el ceño al culpable, pero no había contado con que la responsable de semejante choque, era una chica que llevaba una caperuza blanca. Sus ojos se agrandaron al notar de quien se trataba, era imposible olvidar ese aroma.

Summer: ¡Aw, lo siento mucho! -se inclina un poco, mientras llevaba una de sus manos a la cabeza para calmar el dolor del choque.

¿?: Jaja Summer torpe, ¿ya golpeaste a alguien? -dice un joven de cabello rubio, bufándose de ella.

Summer: No te burles, malvado Tai -lo empuja un poco y luego devuelve la mirada a quien había chocado, era una chica de cabello negro y alocado, su ropa parecía la de un samurái- Woo... Luces genial, ah-digo, lamento el choque -vuelve a disculparse, sonriendo con inocencia.

Raven: Ah... No ha sido nada -era lo único que podía decir, se había quedado un tanto en shock.

Tai: Disculpa a mi amiga, es un poco torpe. Ven, debemos ir por la cena -la jala del brazo.

Summer: Ya, ya. Oye, ¿cómo torpe? Fue un accidente -se despide con una mano y se aleja con su compañero.

La pelinegro se quedó observándola por unos segundos pero luego se acercó a la esquina que buscaba para recostarse. Cuando Jhin volvió la vio tendida y dormida, lo estaba fingiendo pero el no lo notó. No imaginó que podía encontrarse con esa niña otra vez, que había crecido como ella. Le temblaban las manos, estaba nerviosa. Le dolía recordar ese momento, por lo que se propuso en mantener total distancia de ella y ser una gran cazadora. Sus pensamientos y la vida no parecían concordar, fue asignada al mismo grupo en el que se encontraba Summer. Por un lado, estaba feliz, porque su hermano también estaba allí, pero por otro...

Summer: ¡Qué genial, el destino quiere que defendamos Beacon juntas! -dice gloriosa, levantando un puño.

Tai: O quiere que la hagas caer o choques con ella todo el tiempo -se bufa.

Summer: ¡Hey! Trato de ser buena líder -se cruza de brazos.

Raven trataba de estar ausente, pero no podía evitar escuchar la voz de quien llamaba tanto su atención, hasta le sorprendió que su hermano se amigara de sus compañeros nuevos tan rápido, tal vez ella era la rara.

En una de las misiones más complicadas, asignadas al equipo de Summer, se toparon con un Grimm muy grande y fuerte, que estaba siendo muy complicado de esquivar y derrotar.

Jhin: Raven... Si te transformas en lobo, esto sería más fácil de llevar -sugiere su hermano, posicionándose otra vez, luego de haber sido empujado con un árbol.

Raven: N-no es necesario. Podemos derrotarlo sin usar tanta fuerza.

Cuando Raven se transformaba, obtenía mucha fuerza y a medida que su lobo estaba en batalla, lograba una transformación en la que cambiaba su figura a una un tanto aterradora, pero le brindaba mucho más poder y velocidad. No quería eso, buscaba evitar totalmente el ser vista así, pero la batalla se vio tan imposible, que no le quedó de otra y de esa manera, lograron obtener la victoria. Como se lo esperaba, Summer se había quedado observándola sorprendida.

Tai: Oye, que raro que no estés festejando -le da un empujón amistoso a quien veía sumergida en profundos pensamientos.

Summer: Eh... Si, yeeii -dice un tanto desganada, luego se aleja para acercarse a Raven, quien trataba de evitar lo que venía- ¿Puedes... convertirte en lobo? Ah... digo, tú tienes alas -dice con torpeza.

Tai: Es un licántropo, no sé cuál es la noticia -ríe un poco al ver la reacción de su amiga, ella ya había visto licántropos, pero no estaba actuando de la misma manera con Raven.

Raven: Escucha, Summer. Voy a ser directa contigo -frunce el ceño- Detesto transformarme o hablar de mi parte animal, si puedes evitar ese tema, tal vez nos llevemos mejor -pide un tanto enojada.

Tai: Oye, tranquila. No es necesario que te enfades, además, podrías habérnoslo dicho antes, ya sabes, para no hablar del tema si es que no te gusta.

Raven: No estoy hablando contigo... -le gruñe.

Jhin: Hey... Tranquila, vamos a por un jugo -se le acerca. Pero ella lo esquiva y se retira.

Summer baja la mirada sin decir nada.

Jhin: Lamento eso, cuando se transforma suele quedar un tanto agresiva.

Tai: Ha... No importa viejo, deberías ir a hablar con ella.

Jhin: Si...

Summer: No, iré yo.

Ambos chicos se quedan observándola sin entender la situación.

Tai: Creo que te quedó más que claro que la hiciste enfadar.

Jhin: No creo que sea buena idea...

Summer hizo caso omiso a lo que dijeron sus compañeros, los observó con una sonrisa y luego se marchó en dirección a la que el lobo había tomado.

Tai: ¿Tu hermana muerde?

Jhin: A veces...

Tai: ¿Deberíamos vigilarlas?

Jhin: Tú y yo iremos por unas cervezas.

Tai: ¿Eh?

Jhin: Mi hermana no le hará daño, ¿qué crees que es?

Tai: Ha... No lo sé, habla poco. Pero confío en esas sabias palabras don cerveza, me gusta la idea.

Jhin sabía que su hermana no era mala, sólo tenía algunos miedos y confiaba en que Summer podía ayudarle con eso.

Raven comenzó a dar vueltas en el mismo sitio, estaba enojada con ella misma, gruía mientras hablaba en voz baja, regañándose.

Summer: Vaya, que bronca te has llevado.

La pelinegro da un pequeño salto al notar que la morena se encontraba muy cerca de ella, y no lo había notado. Bueno, en parte lo comprendía, una de las habilidades de Summer era ser muy rápida, como el viento.

Raven sólo giró el rostro, sin contestarle.

Summer: ¿Necesitas compartir algo que te esté inquietándote? Porque no creo que sea por la batalla de recién.

Raven: Te pedí que no sacaras el tema...

Summer: Raven... si algo te molesta, puedes contar conmigo.

Raven: No, yo... debo estar lejos de ti. No cerca, ¿entiendes?

La muchacha de caperuza blanca la observaba con un poco de angustia, cayó por unos segundos antes de volver a hablar.

Summer: ¿Temes morderme otra vez?

La pregunta resonó muchas veces en la mente de Raven, hizo eco y hasta provocó que mirara con temor a su compañera.

Raven: No deberíamos hablar -se gira para marcharse, pero Summer se coloca delante de ella, usando su velocidad y dejando pétalos en el aire- ¡Ya basta Summer! -le gruñe.

Summer: ¡No! -frunce el ceño, lo que deja a su compañera sorprendida, era la primera vez que la veía un tanto enojada- Deja de ser tan egoísta, ¿crees que la única que se siente mal eres tú? Ese día que te marchaste no hubo un día en el que no haya salido a buscarte -explica angustiada.

La noticia de Summer hizo que Raven diera unos cuantos pasos hacia atrás. No esperaba que aquella niña que había mordido continuase queriendo una amistad con ella y mucho menos buscarla. No sabía qué responderle, los labios y las manos le temblaban nuevamente hasta que sintió la de Summer tomar la suya.

Summer: Debes dejar de correr sola -se acerca un poco, invadiendo el espacio que siempre respetaba para abrazarla- En ese momento, eras mi única amiga... Y sigue siendo así.Confía en mí Raven...

El abrazo que estaba compartiendo con la morena era muy diferente a los que su hermano solía darle, este tenía una carga de calidez que invadía todo su cuerpo. El aroma de Summer era muy adictivo para ella, la rodeó con sus brazos para completar el abrazo. Raven no podía negarle a su corazón que había extrañado mucho a la chica de caperuza blanca. Escucharla, sentir su aroma y ahora sentirla, era muy agradable.

Luego de esa charla, poco a poco, Raven fue entrando en confianza con Summer, charlando con ella más seguido y uniéndose a las charlas del equipo, lo que alivió mucho a su hermano.

Comenzaron a juntarse por las noches, fuera de Vale para recorrer el lugar mientras sus dos compañeros dormían luego de sus tragos. Ya llevaban unos cuantos meses en Beacon, estaban por terminar el año. Se acomodaron en un puente, la vista era muy agradable.

Summer: Me gusta como se ve el cielo aquí, hace un bonito espectáculo con el mar -sonríe, mirando hacia arriba.

Para Raven, su espectáculo era ver cómo el cielo se reflejaba en los ojos de su amiga.

Raven: Si, he notado que te gusta mucho el cielo.

Summer: A ti te gustan mucho las estrellas -le da un pequeño empujón con su cadera- ¡Tengo una idea! -exclama.

La reacción de la morena hace que Raven la mire con curiosidad.

Summer: Compartamos un secreto -se acerca a su amiga para aclarar su idea.

Raven: ¿Eh?

Summer: Quiero agrandar nuestra amistad con algo nuevo, somos chicas misteriosas, admítelo -le sonríe con gracia.

Raven: Ah... Pues, creo que todos tenemos secretos.

Summer: Bueno, pero no todos se los comparten, ¿o sí?

Raven: No lo creo.

Summer: Yo estoy dispuesta a compartir un secreto que no le diré a nadie si tú haces lo mismo conmigo.

Raven: ¿Te refieres a que quieres que te diga algo que no le diría a nadie nunca? Porque si es así puedo decirte cualquier cosa.

Summer: Nop. Eso no vale, tiene que ser algo que sientas que jamás se lo podrías decir a nadie. Si no, yo también podría decirte cualquier cosa -se cruza de brazos.

Raven: Ha... Okey, pero empieza tú.

Summer: Que amable -se bufa.

Raven sólo se encoje de hombros y sonríe un poco.

Summer: Está bien... -suspira- Aquí voy -toma otro suspiro- Hay una razón por la cual uso esta caperuza blanca.

Raven la escucha con atención, no la entendía muy bien al inicio.

Summer: La caperuza tiene un hechizo, lo colocó mi madre cuando descubrieron los efectos secundarios que traía mi semblanza -se apoya en el barandal del puente- Nací con un problema en mi oído derecho, y cuando viajo a velocidades rápidas me da vértigo y pierdo el equilibrio. La última vez que lo intenté era muy pequeña, me golpeé la cabeza con la pared al perder el ritmo al que iba y tuvieron que internarme unas semanas. La velocidad con la que iba era muy alta y me fracturé el cráneo. Ahora estoy bien pero para evitar que vuelva a suceder, mi madre aplicó un hechizo que me permite evadir cualquier tipo de vértigo y de esa forma, puedo viajar como debería ser.

Raven: Espera... Summer, si pierdes esa caperuza en batalla no podrías escapar -la mira preocupada.

Summer: Así es... -suspira.

Raven: Hasta podrías tener un accidente...

Summer: No pasará nada mientras la tenga puesta, no exageres -intenta animarla, dándole palmaditas en el brazo.

Raven: Eso... es demasiado. Ese secreto no deberías contárselo a cualquiera.

Summer: Nadie lo sabe más que tú.

Raven: Es el secreto de tu debilidad, imagina si existiese alguien que pueda leer la mente, ¿qué haría yo?

Summer: Jaja Tendría que borrarte la memoria -la mira con malicia, al ver la reacción asustada de su amiga, se acerca y acaricia su brazo, acomodándole un mechó detrás de la oreja- No pasará eso, no exageres.

Raven: ¿Por qué me compartes algo tan importante?

Summer: Eres mi mejor amiga y... -se queda unos segundos en silencio- Creo que es reconfortante que alguien sepa algo que te ha torturado por años, el hecho de compartirlo y decirlo, alivia...

Raven sólo bajó la mirada, si era así, entonces eso lo cargaba su amiga de manera solitaria hace muchos años. Podía comprenderlo si ponía sus asuntos en el mismo tema.

Summer: Ahora te toca a ti lobita alada, no hagas trampa -la empuja un poco, sonriente.

Raven: Es que... Yo no tengo algo de tanto valor como tú.

Summer: No es necesario eso, bobita. Sólo cuéntame algo que no le dirías a nadie.

En ese momento, a la pelinegro se le vine inmediatamente algo que podía compartirle, pero a la vez sentía temor.

Raven: Creo... Poder compartirte un secreto, aunque me da algo de miedo...

Summer: Si no puedes confiármelo busca otro, no voy a obligarte a que me cuestes cosas que no quieres. Necesito que sea un secreto con el que sientas seguridad en mí.

Raven: Pues... Confío en ti. No importa el secreto.

Summer se quedó expectante, esperando que su amiga continuase.

Raven: Y-yo... -se sonroja- Ha... Es vergonzoso -lleva una mano a su nuca, la cual temblaba un poco- Soy algo así... como un chico -baja la mirada avergonzada.

Summer: No entendí bien, lo siento, ¿eres un chico? -le mira los pechos.

Raven: No me refiero a ser un chico... chico...

Summer: ¿Te sientes hombre?

Raven: ¡No es eso! -exclama nerviosa- Ah... Tengo... algo que tienen los hombres, es por una maldición que trae mi familia -las últimas palabras las dijo muy rápido.

Su amiga miró de reojo la parte de abajo, era lo único que le quedaba pensar luego de escuchar que ella tenía una maldición.

Raven: ¡N-no me mires ahí! -se sonroja y gira un poco.

Summer: Ah, lo siento, es que, aún no entiendo.

Raven: Tengo... un miembro...

Summer: ¿Familiar? -le sonríe.

Raven: ¡No te burles, está costándome! -la empuja un poco.

Summer: Jaja Tranquila, ya entendí. No necesitas ser tan detallista en algo así -se acerca para abrazarla- Te creo.

Raven: Pero es raro...

Summer: Lo raro nos hace diferentes a lo normal, eso es súper genial.

Raven: Entonces, ¿no es malo? Creo que mis padres me dejaron por eso...

Summer: La gente le teme a lo desconocido y lo elimina, no lo analiza ni trata de entenderlo... Es así... -aprieta la ropa de su amiga.

Raven rodeó a su amiga con sus brazos, como tanto le gustaba. No solían abrazarse muy a menudo, Summer solía darle pequeños abrazos al jugar, pero como éstos, había pocos. Esos donde su cuerpo se sentía totalmente cálido y provocaba el no querer soltarla nunca.

La morena se sentía similar, pero también protegida y acompañada, por alguna extraña razón, comenzó a derramar lágrimas.

Raven: ¿Estás bien? -se separa un poco y la observa preocupada. Pero su amiga sólo asintió y retornó a su pecho para esconder el rostro.

Summer: ¿Puedo... compartir otro secreto contigo? -indaga sollozando.

Raven: Claro... -acaricia el cabello de su amiga.

Summer: Tengo una hija...

Raven no respondió nada, sólo se congeló por la noticia.

Summer: Cometí un error muy grande, Raven... Y me siento horrible todos los días por ello... Cuando el año termine, debo volver a casa... con alguien...

Raven: ¿Tener una hija ha sido un error para ti?

Summer: No... Claro que no, amo a mi hija. Pero no al hombre con quien la tuve... ¡Me siento... muy mal, Raven! -comienza a llorar.

Raven: T-tranquila, ¿por qué no tomas a tu hija y te vas?

Summer: Quise hacer eso una vez... y me trató muy mal. Mi padre dice que es normal porque lo altero con el hecho de querer hacer algo así... No quiero escapar como una cobarde y dejar a mi hija allí...

Raven: Lo pensaremos juntas, una vez me dijiste, que no corriera sola. Tampoco debes hacerlo tú, yo te acompañaré.

Summer asiente y la abraza con más fuerza, la quería mucho, pero lo que menos deseaba, era meter a alguien que tanto apreciaba en sus problemas. Necesitaba explotar... decirlo todo, pero ahora sentía que podía meter en problemas a Raven.

El silencio se hizo largo, hasta que la muchacha de cabello alocado se separó y comenzó a tomar la forma de esa magnífica criatura que no dejaba de sorprenderle a Summer.

Raven: ¿Le gustaría dar un paseo sobre lobo, señorita? -agacha la cabeza.

Summer: Ah... -se limpia el rostro- ¿No te molestará? -nunca se había acercado al lobo tanto.

Raven: Nunca podría molestarme -se recuesta para dejar que su amiga se acerque.

Lo hizo lentamente, cuando sus manos comenzaron a rozar el sedoso cabello del lobo, no pudo quitarlas, comenzó a posicionarse para subir arriba, como si fuese a cabalgar. Dio un pequeño grito cuando se paró de golpe.

Raven: Jaja ¿Qué fue eso?

Summer: Eres más macabra de lo que aparentas -le da un pequeño golpe con el puño en el cuello, del cual estaba fuertemente agarrada- Tu apariencia es más grande que antes.

Raven: Eso es porque he crecido también -comienza a caminar en dirección a la orilla del puente, subiendo dos patas sobre el barandal para mirar que tan alto estaba.

Summer: Ah... ¿Raven, qué haces? ¡¿Qué haces?! ¡Espera, no, no, noooo! -fue lo último que alcanzó a decir al sentir como su amiga se tiraba en picada al mar.

Cerró los ojos y sintió como si su cuerpo flotara, la brisa y sus cabellos chocaban en su rostro.

Raven: Deja de gritar diosa del viento, abre los ojos -ríe un poco ante la inesperada reacción de su amiga.

Cuando la morena los abrió, el escenario la hizo levantar el rostro y mirar hacia delante o debajo, estaba volando sobre el mar; el agua cristalina dejaba ver el reflejo que iban mostrando sobre el mismo y la luna recostada en el agua le daba un aspecto mágico a todo. Raven comenzó a elevarse y pasar lentamente cerca de las nubes. Summer subía con cuidado una de sus manos para intentar tocarlas, siempre se había preguntado si era una sensación esponjosa pero era muy diferente a eso, era como volar entre niebla.

Summer: ¡Es súper mega genial! -se mueve energética sobre el lobo, quien daba pequeñas danzas en el aire, sacando la parte más infantil de su amiga, que hacía ruidos muy cómicos- ¡Allá, allá! ¡Pleeease! -suplica, señalando una isla en el mar.

A Raven le encantaba escucharla reír y expresarse de la manera que lo estaba haciendo la chica con caperuza, por lo que no lo pensó dos veces y se adentró al lugar. Los altos árboles, lianas y lagos hacían brillar los ojos de Summer. El lobo bajó la velocidad mientras andaba sobre uno de los lagos, el lugar estaba repleto de luciérnagas y la vista era maravillosa. Raven ya había volado por lugares similares, pero nunca lo sintió tan hermoso como ahora.

Summer: Sabía que el mundo era muy hermoso -susurra mientras mira emocionada todo lo que la rodeaba.

Pasearon un largo rato por el lugar, hasta que Raven bajó, cerca de la orilla del mar. La arena estaba húmeda y fresca. Se recostó sobre esta para descansar sus alas, mientras miraba a su pequeña amiga, quien corría con energía por los alrededores como una niña pequeña.

Raven: Hey, debemos volver, es tarde -le recuerda, sin dejar de sonreír.

Summer: ¡Ven Raven, aquí hay piedras con formas muy geniales! -da pequeños brincos mientras levantaba su brazo para llamarla de lejos.

Su amiga no tuvo opción, tomó forma humana y se acercó lentamente, sin sacar la sonrisa de su rostro, hasta que vio que Summer hizo un gesto de dolor, lo que la hizo acelerar el paso.

Raven: ¿Estás bien?

Summer: Vidrio -sonríe con inocencia mientras limpia su dedo lastimado con su capa.

Raven: No hagas eso, puede infestarse ¿me permites tu mano? -estira la suya.

Summer: Claro -las manos de su amiga eran más toscas y grandes, sus mejillas comenzaron a tomar un color rojo muy fuerte cuando Raven llevó el dedo herido hasta su boca, lamiéndolo- Ah-au... ¿qué haces? - indaga un tanto adolorida.

Raven: La saliva de los lobos es muy buena para curar heridas, así hacía con mi hermano -al ver el sonrojo de su amiga, ella comenzó a notar que podía ser algo incómodo y sacó el dedo de su boca- L-lo siento.

Hubo un pequeño silencio en lo que Summer comenzó a acercar su rostro al de Raven, lentamente. El corazón del lobo empezó a latir al mismo ritmo que el de su amiga, al sentir los suaves labios de aquella chica con caperuza blanca. Podían sentir cómo todo su entorno se volvía omiso, sólo se escuchaba el sonido del agua, mientras la calidez invadía sus cuerpos, la pelinegro llevó una mano a la mejilla de Summer, buscando sus labios una y otra vez, no había probado nada más dulce que eso. El beso se volvía cada vez más intenso, sin dejar de lado la delicadeza que se tenían mutuamente.

Continuará.

Desde esa noche, todo comenzó a tornarse diferente entre Summer y Raven, sus amigos lo notaban, eran más cargosas entre ellas y por las noches salían juntas, generalmente a la misma isla que visitaron por primera vez. Aunque no iban más allá de una pequeña caricia o beso.

Tai: Ustedes dos traman algo -las observa con curiosidad, sentado en la silla del comedor.

Jhin se quedó mirándole y le dio un pequeño empujón, entre ellos había quedado respetar fuese lo que fuese que estuviese pasando entre ellas, pero al parecer el mayor no pudo evitar indagar.

Summer: Claro que tramamos algo, somos chicas misteriosas, ¿verdad Raven? -la mira con picardía.

Tai tose un poco.

Raven: Am... S-sí, supongo que lo somos.

Jhin: Las chicas misteriosas son atractivas -les guiña un ojo.

Tai vuelve a toser.

Jhin: Viejo, vas a ahogarte.

Tai: Trato de que no suceda -suspira.

Al anochecer se les asignó una misión: derrotar unos grimms del este. Fue sencillo pero les ocupó mucho tiempo, aún así Summer quería ir a la isla.

Tai: Ya es muy tarde, deberíamos regresar.

Summer: No... -baja la mirada con capricho.

Raven: Summer... Tendremos problemas si no volvemos, mañana es la graduación.

Jhin: Pueden salir todo lo que quieran luego de graduarnos, vamos -anima con una sonrisa.

Summer vuelve a negar con la cabeza, sujetando con fuerza su capa, como una niña molesta.

La pelinegro suspiró.

Raven: Vayan, hablaré con ella. Los alcanzaremos en un rato. Siempre saben cómo cubrirnos bien.

Jhin: Ya se nos están acabando las ideas -se lleva la mano a la nunca y suspira- Bueno, vamos Tai.

El rubio comienza a seguir al cuervo mientras la muchacha de ojos rojos se acerca a la menor.

Raven: ¿Quieres ir al puente?

Summer: A la isla... Porfis... -la observa con ojos de cachorrito.

Raven: Ah... Pero... -da un gran suspiro y se transforma en lobo- Mientras no tardemos tanto... creo que no habrá problemas...

Definitivamente esta chica era su debilidad más grande. Summer asintió alegre y se subió al lomo del lobo, quien alzó vuelo para dirigirse a la isla. A diferencia de otras noches, la morena estuvo muy callada durante el camino, aferrada a la criatura mientras volaba por el ancho mar.

Al llegar, la morena caminó por unos minutos en la arena, hasta que tomó asiento. Raven sólo la seguía.

Summer: Necesito decirte algo -avisa seriamente.

La chica de cabello alocado se sentó a su lado.

Raven: Soy toda oídos.

Summer: Mañana, cuando la graduación de cazadores finalice, voy a volver a mi hogar...

Raven: ¿Iras por tu hija?

Summer: No Raven, voy a volver para quedarme.

Raven: P-pero...

Summer: Sé que suena mal, pero Ruk no es mal hombre si hago lo que me pide. El error lo cometí yo esa noche... Y debo hacerme cargo de mis actos.

Raven: ¿Estás segura...?

Summer: Si... Debo cuidar de mi hija y tratar de... encajar con Ruk...

Raven: ¿Lo estás haciendo sólo porque es el padre?

Summer: No sólo es eso...

Raven: Pues así lo veo, no te sientes cómoda con él y te quedas así ¿Tu padre ha dejado de darte dinero?

Summer: Raven... no. Sólo trato de hacer lo correcto.

Raven: Estás perdida y crees estar haciéndolo.

Summer: ¡Basta! -se pone de pie- Lamento si durante estos meses te hice sentir que debías cargar con mis problemas también. No tienes que hacer eso.

Raven: Sé que no eres así, te conozco lo suficiente para saber que algo escondes y por ello te obligas a hacer estupideces -dice molesta.

Summer: ¿Estupideces? -le frunce el ceño- Nunca vas a terminar de conocerme, la que dice estupideces eres tú -se gira y cruza de brazos.

Raven no respondió, sólo apretó los dientes por la bronca. Luego de eso, ninguna volvió a hablar. Volvieron a Beacon y sus amigos notaron al instante que algo no andaba bien, había un aura de malas vibras en toda la habitación, por lo que no dijeron nada.

Al otro día, luego de la graduación, Raven y Summer se separaron, sin siquiera despedirse.

Jhin: ¿Pasó algo malo verdad?

Raven: Te parece...

Jhin: No has desayunado, ¿quieres ir a tomar algo?

Raven: No, Jhin. Sólo quiero volver a casa, dormir y prepararme para mis nuevos entrenamientos -aumenta la velocidad al caminar.

Jhin: Okey...

Hubo un silencio largo.

Raven: Lo siento... No es contigo el problema...

Jhin: Tranquila, es cosa de chicas. No me meteré en eso.

Raven: No soy una chica, Jhin...

Jhin: Si lo eres, un tanto diferente, pero lo eres.

Raven: Oye...

El cuervo la miró con atención.

Raven: Necesito que la persigas... Y te asegures que esté bien... Sólo por hoy.

Jhin: Sabía que me pedirías algo así -lleva una de sus brazos y los pasa por la nuca de su hermana, atrayéndola- Eres una loba buenota.

Raven: Calla...

Jhin: Okey, okey. Me debes una cerveza -se convierte en cuervo y sale volando para seguir a Summer.

Cuando la chica de caperuza volvió a casa, procuró despedirse de Tai antes de llegar, su novio era celoso y solía llenarla de preguntas cuando la veía con otro chico. Vivía en una residencia grande en la ciudad de Vale.

Ruk: Vaya, mi tesoro volvió a casa -sonríe apoyado en el marco de la puerta.

Summer: Si... ¿Pensaste que no?

Ruk: No te creo capaz -ingresa riendo entre dientes- Prepara algo de comer, estoy cansado de pedir comida -se sienta en uno de los sillones y enciende el televisor.

Summer: Primero quiero ver a Yang.

Ruk: He dicho que quiero comer algo -gira el rostro con una sonrisa.

Summer: Ruk, llevo casi un año sin verla...

Ruk: ¿Y... eso debe ponerme triste? Prepara de esos estofados que me gustan, luego te dejaré ver a Yang, es un buen trato -cambia de canal.

La morena aprieta los puños con fuerza y trata de respirar hondo, para luego dirigirse a la cocina. Tenía muchas ganas de ver a su hija, pero ir en contra de él... era lo que menos buscaba.

Mientras preparaba la comida, su novio se acercó a observarla, la miró de reojo y luego se dirigió al refrigerador para sacar una cerveza.

Summer: Algún día... Podríamos invitar a alguien a comer.

Ruk: ¿De tu comida? No lo sé, mis amigos no son de ese tipo de cenas o almuerzos.

Summer: Mis amigos sí...

Ruk: No tengo intensión de invitar gente roñosa aquí -toma un sorbo.

Summer: No hables así de mi equipo -se voltea a verle.

Ruk sólo la mira con malicia y se acerca sonriente hasta ella, para rodear su cintura con uno de sus brazos.

Ruk: ¿Estás contradiciendo mis palabras, amor?

Summer: No es contradecirte... -baja la mirada- Yo respeto a tus amigos.

Ruk: No necesito que los respetes -comienza a acariciar cerca de sus muslos.

Summer: Sólo... me gustaría invitar gente que quiero, es todo -gira el rostro.

Ruk: Lo voy a pensar -sonríe.

Summer: También... Comenzaré a trabajar.

Ruk: ¿Trabajar? ¿Tú?

Summer: Hay muchos puestos en la cartelera para cazadores graduados, quiero intentarlo.

Ruk: Summer, Summer.... Summer -le acaricia la mejilla- No necesitas trabajar, yo lo hago.

Summer: Quiero tener... mi dinero Ruk.

Ruk: Ya tenemos dinero.

Summer: Ruk... debes entenderme...

Ruk: Entiendo que quieres hacer cosas innecesarias. Yo trabajo y tú tienes tiempo para lavar mi ropa, hacerme de esa comida deliciosa y esperarme desnuda en la cama ¿No te parece un privilegio tener a alguien como yo?

Summer: Si... -gira el rostro con seriedad.

Ruk: No gires esa linda carita que tienes -la toma de la barbilla para llevarla hasta sus labios, luego la gira bruscamente para colocarla contra la mesada.

Summer: Estamos... charlando Ruk -avisa molesta.

Ruk: Podemos charlar, hacer la comida y tener sexo a la vez. Debes aprender a suministrar los tiempos pequeña Summer -mueve la capa a un lado para subirle el vestido y apoyar su parte íntima en la de ella, con fuerza.

Summer: N-no tengo ganas de hacerlo ahora... Por favor, estoy cansada...

Ruk colocó su mano sobre la cabeza de Summer para bajarla bruscamente contra el mármol.

Ruk: ¿Sabes lo solitario que me he sentido durante este tiempo que no has estado? -comienza a quitarse la parte de abajo- No me he sentido bien al tener que traer gatitas a la casa para seguir esperándote.

El corazón de Summer comenzó a acelerarse, estaba asustada y con bronca, quería gritarle pero sabía que no podía. Cuando Ruk comenzó a penetrarla simplemente se llevó una mano a la boca para no gemir.

Ruk: Ah... No, no. Me gusta cuando gimes, se me pone más grande -le agarra la muñeca y lleva ambas hacia atrás, aumentando la penetración.

Intentó no gemir pero estaba penetrándola tan fuerte que necesitaba sacar ese aire, sus gemidos comenzaron a ocupar la casa mientras su cabeza descansaba en la mesada.

Summer: Al menos... usa un preservativo... Por favor -pide agitada.

Ruk: ¿Estás bromeando? Esa porquería lastima mi pene... Ah... si... No sabes lo bien que se siente aquí dentro sin eso -lleva sus manos a los pechos de la muchacha para apretarlos mientras continuaba penetrándola.

Summer: ¡Ruk, por favor! -pide alterada.

Ruk: ¡Cállate y déjame gozar tranquilo, maldición! -la nalguea con fuerza y ella reacciona con un gemido- ¿Ves? ¡Te gusta, te encanta y deseas esto tanto como la primera vez! -sonríe con depravación sin dejar de nalguearla.

Summer: ¡Basta!

Ruk: ¡Aaah, me corro, quédate quieta! -la penetra más rápido y fuerte, pero la morena lo empuja con fuerza y tras estar mareada, cae al piso.

Ruk comenzó a gruñir y la levantó agarrándola de la ropa para tirarla contra la pared.

Ruk: ¿¡Qué te crees que eres!? -la patea- ¡¡Nunca me molestes mientras estoy pasándola bien!! ¡¡Esas malditas gatas eran mejores que tú, en todo maldita sea!! -vuelve a patearla.

La pateo varias veces hasta parar y acomodarse el cabello, suspirando.

Ruk: ¿Por qué las cosas deben terminar así mi amor? -se agacha para acariciar a quien temblaba en la esquina.

Summer: Sólo... déjame ver a Yang... -titubea.

Ruk: ¿Has terminado de hacer la comida? -indaga con una sonrisa tranquila.

Ella sólo asiente.

Ruk: Entonces ve -se pone de pie y luego se gira- Oh, espera -comienza a masturbarse hasta lograr correrse sobre el cabello y espalda de su pareja- Ho... si... Pensé que este orgasmo iba a saber amargo pero estoy disfrutando cada chorro que dejo caer -se agacha para limpiar su miembro en la mejilla de Summer y luego se retira- Me daré un baño, eso me dejó agotado. Quiero mi plato con esa deliciosa comida sobre la mesa, pequeña Summer -avisa en voz alta desde el pasillo.

La morena lloró sólo unos segundos en el mismo lugar y luego comenzó a ponerse de pie, acariciando su cabeza, la cual recibió gran parte del impacto. Las manos le temblaban mientras servía la comida en el plato y el sonido del teléfono la asustó.

Summer: Diga...

¿?: Hola, hija. Soy tu padre, ¿cómo estuvo el día de la graduación?

Se escuchaba mucha gente del otro lado, parecía estarle hablando desde su trabajo.

Summer: Bien, padre...

Padre: Te noto algo apagada, ¿pasa algo?

La joven guardó silencio unos segundos y luego hablo en un tono más bajo.

Summer: No quiero... seguir estando con Ruk...

Del otro lado del teléfono también hubo un silencio por parte de su padre, seguido de un suspiro.

Padre: Sé que es difícil al principio pequeña, pero luego todo irá a mejor. Hoy hablé con él y construiremos un negocio cerca del parque ese que tanto te gustaba, ¿recuerdas? -informa alegre.

Summer: Padre... De verdad no me siento bien aquí...

Padre: Summer, ¿dónde crees que vas a ir a parar con ese bebé? Hazte cargo de tus actos hija mía. Sabes que yo no puedo usar el dinero de la empresa para ayudarte, tienes el privilegio de que Ruk trabaje conmigo y podamos hacer buenos negocios. Sé más agradecida -dice molesto.

Summer: Si... Lo siento, padre...

Padre: Verás que todo saldrá bien. Debo volver a la oficina, cuídate hija.

Summer: Cuídate mucho, padre...

Aún después de sentir que su padre había colgado, se quedó unos segundos con el teléfono en la mano, mientras se fregaba los ojos.

Luego de dejarle la mesa a gusto para Ruk, fue a paso rápido para ver a su hija, quien reposaba boca abajo, en su cuna. Se acercó a ella con una pequeña sonrisa para acariciarle la mejilla.

Summer: Hola pequeña... Te he extrañado... -apoya la barbilla en el barandal de la cuna y unas lágrimas caen por sus mejillas- Lo lamento tanto Yang... Juro que haré hasta lo imposible para sacarnos de aquí...

Mientras hablaba en voz baja notó la presencia de algo en la ventana y al girarse, vio a un cuervo salir volando.

Summer: No... No, no, no -se levanta de un salto y corre hasta la ventana -¡No, por favor! -le grita, pero este ya se había ido- No le digas...

Luego de comer, Ruk volvió a sentarse en su preciado sillón para ver la tele mientras tomaba de su cerveza. Summer se puso a barrer y limpiar la casa, estaba llena de polvo, pero los nervios estaban matándola. Tenía el presentimiento de que algo iba a salir muy mal.

Al anochecer, mientras se preparaba para hacer la cena, Ruk se acercó a ella.

Ruk: Comeré fuera, me gusta salir de noche -acomoda su traje.

Summer: Ah... Está bien...

Ruk: ¿Quieres que me quede para hacerte gemir como esta mañana? -le sonríe con malicia.

Summer no respondió nada.

Ruk: Me molestaré si no respondes algo lindo para mí -se acerca a ella y la toma de la barbilla.

La boca de Summer comenzó a temblar, iba a contestar pero el timbre sonó.

Summer: ¿Es... para ti?

Ruk no responde nada, sólo va hasta la puerta para abrirla y encontrarse con alguien que heló la sangre de la chica con caperuza.

Ruk: ¿Qué necesita? -pregunta con una sonrisa falsa, pero Raven lo observaba con el ceño fruncido- Disculpa, no me llevo muy bien con los licántropos.

Raven: ¿A pesar de ser uno?

Ruk: ¿Es amiga tuya? -se gira molesto para ver a Summer, quien aún no sabía cómo reaccionar.

Jhin: Si, es amiga nuestra -se asoma por la puerta y saluda con una mano- Hola Summer, sé que nos extrañaste -le sonríe.

Summer: Ah...

Ruk: Ahora estamos ocupados, no puede salir a recibir visitas -frunce el ceño.

Raven: Quiero hablar contigo.

Ruk: Tampoco estoy disponible.

Raven: ¿Te asusta hablar conmigo?

Ruk deja ver un colmillo tras la pregunta y gruñe un poco.

Ruk: Para nada... -se gira- ¡Summer! -grita y esta pega un salto- ¿Por qué no llevas a los invitados al patio? -sonríe.

Summer: S-si...

El patio era muy grande, Raven se posicionó en el centro, mirando a Ruk, quien se veía muy molesto. Jhin y Summer estaban lejos de donde ellos se encontraban, sólo observaban.

Ruk: Eres un licántropo maldecido, ¿qué demonios haces intentando meterte en su vida?

Raven: Tú eres un maldito licántropo que usa la fuerza contra una joven, ¿qué haces tú?

Ruk: Mis asuntos no te conciernen...

Raven: Ni siquiera la amas, ¿qué haces con ella?

Ruk: ¿Eso te importa?

Raven: Si.

RuK: Oh... Ya veo -ríe un poco- Es por lo que tienes un pene, ¿no? ¿No puedes mirar machos? -ríe entre dientes.

Raven gruñe y aprieta el puño.

Raven: Seguro lo usaría mejor que tú, maldita basura.

RuK: Jaja Claro, para masturbarte debes ser buena. Porque pareces no haberte reproducido desde hace... -se queda pensando- ¿Nunca?

Raven: No lo necesito.

Ruk: Jaja Todos los licans lo necesitan, idiota. Pero es normal que tú no sepas de eso, vienes de una raza reprimida -le sonríe con malicia.

Raven se acerca a él y lo mira de frente, frunciéndole el ceño para darle una mirada llena de odio. Sus ojos rojos comenzaban a brillar por la bronca.

Ruk: No necesitas meterte en esto, es personal.

Raven vuelve a gruñir y da unos pasos hacia atrás, sus ojos aún brillaban.

Ruk: Ha... Que idiota eres.

Summer: Raven... no debería tener esa mirada...

Jhin: ¿Qué esperabas? Van a pelear por territorio.

Summer: ¿Qué? -se voltea a verlo.

Jhin: Es una costumbre entre licántropos. Si quieres un territorio, debes luchar a muerte con el jefe del mismo.

Summer: ¿M-muerte? ¡N-no! No debe ser así -intenta caminar hasta ellos pero Jhin la detiene- Suéltame, esto no terminará bien.

Jhin: Es la decisión de mi hermana -la sujeta con fuerza.

Ruk comienza a transformarse en un tigre gigante que podía pararse en dos patas, su cuerpo era corpulento y su mirada buscaba sangre. Raven tomó la figura del lobo y comenzó a batallar con su oponente, quien daba unos fuertes manotazos.

Summer: ¡Basta! ¡Jhin, debemos parar esto! -jala el brazo que la aprisionaba.

Jhin: ¡¿Crees que esto me gusta?! ¡Si mi hermana no te amara como lo hace jamás dejaría que pusiese su vida en peligro como lo está haciendo! -grita enfadado, dejando a la morena un tanto shockeada.

Summer: Yo... no quería involucrarla...

Jhin: ¿Y por qué jugaste con su corazón?

Summer lo mira sin saber qué responder.

Jhin: Heriste a mi hermana, la abandonaste como todos lo han hecho. Sabes que nadie se ha acercado a ella desde que tiene memoria, ¡¿cómo pudiste ilusionarla?!

Entre los fuertes sonidos de la batalla sanguinaria que estaba tornándose en el patio y los gritos de Jhin, Summer comenzó a sentir ansiedad.

Summer: Nunca... No iba a abandonarla, sólo... quería que no pasara algo como esto.

Jhin: ¿Haciéndole sentir amor para luego dejarla abandonada?

Summer: ¡Te he dicho que no iba abandonarla! -estaba intentando con todas sus fuerzas el no dejar caer lágrimas, pero su sensibilidad le complicaba las cosas.

Jhin: ¡Eso es lo que tú sentías, ¿y lo que ella sentía, qué?!

Summer: ¡No quería que la golpearan! -grita casi sollozando.

Jhin guardó silencio al escuchar esas palabras. Lo poco que alcanzó a conocer de Summer, le bastó para saber que era alguien que veía y hacía las cosas de manera inocente, no entendía las razones ni por qué su hermana estaba tan interesada en alguien que no veía las cosas con claridad, pero él valoraba todo aquello de buen corazón, y Summer no entraba en su lista negra precisamente.

Un gemido de dolor aterrador provino de la batalla y los hizo girar a ámbos, un gigantesco lobo, parado en dos patas y con grandes alas se encontraba pisando la espalda del gran tigre.

Ruk: Me... rindo... Ya... para... -pide.

Pero el lobo parecía no querer detenerse, le golpeaba la espalda con sus enormes patas, dejándolo casi sin aire. Los gritos de dolor por parte de Ruk dieron por finalizada la batalla, la bestia victoriosa rugió con fuerza en su cara para mostrar quien mandaba y dio unos pasos hacia atrás, dándole espacio para ponerse de pie.

Raven tomó forma humana y se gira para caminar hasta Jhin, con dificultad por el dolor. Mira a Summer con sus ojos aún brillantes sólo de reojo, tenían una carga de angustia ahora, más que odio.

Raven: Ya eres libre... -avisa con la voz algo ronca aún por la transformación y cruza la puerta para dirigirse a la salida, su hermana iba detrás.

Summer: E-espera... Raven... -la sujeta de la ropa.

Ella sólo se gira un poco, no le gustaba que la viese en ese estado.

Summer: No te vayas... Quiero hablar contigo... Por favor...

Jhin se mantuvo al margen y salió por la puerta, apoyándose en el marco. Raven estaba muy adolorida, por lo que tomó asiento para recuperar el aliento.

Summer: ¿Necesitas curar esas heridas?

Raven: No, gracias -responde seriamente sin mirarla- ¿De qué quieres hablar? Acabo de darte tu libertad, ¿qué más quieres?

Summer: No quiero nada más... Yo... lamento lo que te hice...

Raven: Summer... No he venido a recibir disculpas, sólo toma a tu hija y ve por una vida mejor.

Summer: Si... -baja la mirada.

Raven suspira y se pone de pie, el derecho lo tenía muy lastimado, por lo que no pisaba bien con ese.

Summer caminó hasta ella para sujetarla nuevamente de la ropa.

Raven: Basta Summer...

Summer: ¿Me odias?

Raven: ¿En serio me preguntas eso? -se gira molesta, pero al ver que comenzaba a derramar lágrimas, intentó componer su voz.

Summer: Siento... que no hago nada bien... Nada de nada Raven... Eres con la única que puedo hablar... Por favor dime, ¿por qué cuando trato de hacer algo bueno sale algo tan horrible como resultado?

Raven no respondió, sólo giró el rostro y bajó la mirada.

Summer: Lo siento... -la suelta- Sólo que... a veces siento que no debería hacer nada que mi corazón dicte... y dejar que las cosas pasen...

Raven: Creo que aun no terminas de crecer -la mira de reojo- Eres como una niña pequeña que trata de hacerlo todo por sí misma. Te guardas las cosas, no dices nada porque en tu inocencia sientes que haces algo bueno, y terminas haciendo todo mal. Tienes diecisiete años, la mentalidad de una niña de diez y actúas como una mujer de veinticinco.

La chica de caperuza se quedó algo helada ante las palabras de quien tanto quería, dentro de ella, sabía que algo no iba bien, pero nunca quiso aceptarlo. Algo comenzó a hacerle sentir muy mal, tenía ansiedad nuevamente y ganas de explotar, la voz de su amiga comenzó a perderse y todo a su alrededor daba vueltas.

Jhin tuvo que entrar a la casa al sentir los fuertes ruidos que comenzaron a hacerse sonar dentro; Summer estaba gritando y tirando todo al piso, pateaba las sillas y todo lo que se cruzara en su camino. Gritaba una y otra vez "hazlo bien". Fue cuando comprendió que Summer estaba teniendo un ataque de ira, que luego se transformó en pánico cuando cayó al suelo, temblando y tratando de tomar aire que parecía no poder capturar.

Raven: Jhin, busca a su hija. Llevaré a Summer a otro lado -la alza- Iré a casa luego.

Summer: ¡No me lleves! ¡Soy madura! ¡¡Puedo sola, él dice que puedo sola!! -grita y mueve el cuerpo con fuerza.

Jhin asiente y se encamina para buscar a la pequeña, mientras su hermana salía rápidamente de la casa para llevarla lejos de la ciudad. Por suerte se habían asentado cerca del mar, lo que le permitió alejarse de tanto barullo en minutos. Algunas personas la miraban entraño al ver que cargaba a alguien que gritaba de esa manera, pero luego continuaban con su camino.

Al llegar cerca del mar, la colocó en la arena. Summer aún temblaba y se tambaleaba. Quería preguntarle el por qué no le había hablado de sus problemas de ansiedad o pánico pero prefirió acariciarle la espalda.

Summer: Estaré bien... Siempre lo estoy -responde titubeando- Puedo sola... puedo sola -repetía.

Raven la abrazó y acarició su cabello con delicadeza.

Raven: Ni siquiera yo puedo con muchas cosas sola... -la aparta un poco para mirarla a los ojos- Hey... Tranquila, debes respirar hondo.

Summer: D-debo volver, mi hija -intenta ponerse de pie pero Raven la jala para abrazarla otra vez.

Raven: Summer... Por favor, debes relajarte. Tu hija está bien, mi hermano la llevará a mi casa. Cuando te sientas mejor, volveremos. Te lo prometo.

Summer asintió y abrazó con fuerza a Raven, no podía dejar de temblar.

Raven: Tranquila... No voy a dejarte sola -acaricia el cabello de la morena con delicadeza.

Summer: Iba a ir... por ti cuando ahorrara... -avisa, mientras trataba de calmar el temblar de su cuerpo.

Raven: ¿Qué trabajo llamó tu atención? -sonríe con ternura al escucharla. Si había algo que valoraba mucho de su amiga, era el saber que Summer siempre decía la verdad.

Summer: Iba a poner mi nombre en la tabla...

Raven: ¿La que está en medio de la ciudad?

Su amiga asiente.

Raven: Mm... Ya veo...

El silencio que se presentó en el momento dejó escuchar el sonido de las olas que acariciaban la arena al subir.

Summer: No quería que te golpeara... él... pega fuerte...

Raven: SI... tenía fuerza.

Summer: Iba a ir por ti... -repite, de sus ojos aun caían algunas lágrimas, parecían irse cerrando, los sentía pesados.

Raven: Te creo... -besa la cabeza de su amiga con suavidad- No necesitas forzar tus emociones conmigo... -le susurra.

Summer: Raven...

Raven: ¿Hm?

Summer: Gracias...

La pelinegro la abrazó con un poco más de fuerza, después de lo ocurrido, sentía que realmente no conocía casi nada de Summer. Que su inocencia la había enamorado pero que nunca notó el cómo le había afectado en su vida actual. El sólo haberla escuchado gritar tantas cosas, podía darse una idea de todo lo que ella había estado acumulando durante años.

A la media hora, Summer se quedó dormida y Raven la cargó hasta su cabaña, donde la recostó en la única cama que tenían junto a su hija.

Jhin: Piso, ventana, silla, ¿dónde vas a mandar a dormir a este pobre cuervo? -susurra mientras cierra la puerta de la habitación donde descansaba su amiga.

Raven: Jaja... Ve al sillón. A mí no me molesta el suelo -toma forma de lobo y se recuesta cerca de la estufa eléctrica- Gracias por la ayuda, hermano.

Jhin: Cuando quieras -le sonríe y se recuesta en el sillón, acomodando las sábanas.

Al día siguiente, Summer se despertó con mucho dolor de cuerpo, por la tensión que había pasado, recordaba poco de lo sucedido ni reconocía el lugar en el que se encontraba, pero Yang estaba a su lado, eso la relajó mucho. Besó la frente de la pequeña con delicadeza y se puso de pie, al abrir la puerta, se topó inmediatamente con el comedor, donde Raven descansaba en su forma de lobo. Jhin no se encontraba. La chica de ojos plateados se acercó a su amiga y se sentó a su lado, acariciándole el cabello, hasta lograr hacerle abrir los ojos.

Raven: Hey... pensé que dormirías más... -bosteza y luego toma forma humana para tomar asiento.

Summer: Necesito darle de comer a Yang...

Raven: Oh... Ya veo.

Summer: Lo siento... No traigo nada de dinero conmigo... No sé qué hacer.

Raven: Summer, ¿te gustaría vivir aquí con nosotros?

Summer: ¿E-eh?

Raven: Sé que suena loco... No puedo darte una casa tan grande, pero puedo refugiarte aquí hasta que decidas irte...

Summer: Yo... No sé qué decir...

Raven: ¿No te gusta la idea?

Summer: No es eso... Es sólo que... si me quedo aquí contigo... no voy a querer irme nunca.

Los ojos de Raven tomaron un brillo particular al escuchar esas palabras.

Raven: No lo hagas...

La pelinegro iba a besarla, pero alguien las hizo separar de golpe.

Jhin: Escenas para adultos, en el establo. Aquí hay un menor y un bebé -cierra la puerta de entrada mientras acomodaba una botella de leche en su otro brazo.

Raven: ¿Un menor? -lo mira y se ríe entre dientes.

Jhin: Soy una persona frágil y lo sabes, hieres mi corazón de niño -dice con ironía, dejando la botella en la mesa.

Raven: Jaja Lo siento, suelo olvidar que algunas noches gritas al ver lagartijas por la cabaña -se pone de pie y estira uno de sus brazos para ayudar a su amiga.

Jhin: Oye, no grito -aclara- Levanto la voz porque esas cosas corren muy rápido -aclara molesto- Esas cosas son satánicas.

Raven: No le creas. De niños vivíamos bajo un puente y una lagartija se metió en su ropa interior. Desde entonces no lo supera.

Summer no pudo evitar soltar una pequeña risita.

Jhin: Esa cosa me violó, literalmente. No se quitaba -dice en su defensa.

Raven le da unas palmaditas en la espalda y le sonríe.

Raven: Iré a comprar leche a la ciudad para la hija de Summer, ¿puedes quedarte aquí con ellas?

Jhin: Claro, pero trae cerveza.

Raven: Por supuesto -le guiña un ojo.

Summer: N-no necesitas tomarte esas molestias, puedo ir yo a la ciudad si quieres.

Raven: Tú necesitas estar con tu hija. Si se despierta puedes salir al patio, Jhin te mostrará la granja -se acerca a ella y le acomoda el cabello detrás de la oreja- Prométeme que intentarás relajarte. Aún te noto muy cerrada y tensa.

Summer: S-si... -baja la mirada.

Raven: Hey... No te pido que te fuerces a hacerlo, ve a tu ritmo.

La morena sube la mirada y le sonríe, asintiendo.

Summer: ¿Puedo abrazarte?

Raven: C-claro... No necesitas preguntar si quieres hacerlo.

Summer la abraza con fuerza, acariciándole la espalda, luego levanta el rostro para subirlo y darle un cálido beso en los labios. Raven no pudo evitar querer repetirlo y alargarlo.

Jhin: Sigo aquí -levanta la mano. Estaba sentado, vertiendo un poco de leche en su jarra favorita.

Ambas se separan y sonríen ante las palabras de Jhin. Raven se marchó y Summer tomó asiento en la mesa.

Jhin: Bienvenida -le regala una pequeña sonrisa, mientras le acerca una taza con leche.

Summer: Gracias, Jhin -le devuelve la sonrisa.

Continuará.

El primer día en la cabaña fue tranquilo, pero los que le siguieron comenzaron a volverse un tanto... insoportables. El padre de Summer comenzó una búsqueda del que había dañado de esa manera a Ruk, en este caso, "de la". Jhin llegó con la noticia.

Raven: Vaya... Tú padre sí que parece pertenecer a la clase alta... -mira el periódico mientras merienda.

Summer: Lo siento Raven... Por eso no me animaba a salir de casa sin dinero... Para no depender más de él, pero está obsesionado con que me case...

Jhin: Es normal, si es un hombre de dinero, seguro pretende que su hija también lo sea.

Summer: No es normal... -suspira angustiada.

Jhin: Claro que no, pero me refiero al tipo de persona que es tu padre. Hay otros así -acomoda sus armas- Bueno, hoy es mi primer día de trabajo, deséenme suerte -sonríe.

Raven: Suerte hermano -se levanta para chocar los cinco.

Jhin había conseguido ser guardia de seguridad en uno de los bancos de Vale.

Summer: Suerte pequeño cuervo, ¿seguro que no quieres que te llevemos la cena más noche?

Jhin: Na, seguro buscaré la manera de comprar algo -se despide ella despeinándola un poco y luego se retira.

Summer: ¿Está bien? -mira a su amiga.

Raven: Claro que sí. No te preocupes -sonríe.

Summer: Gracias por conseguirme la leche para Yang, dice que está muy agradecida contigo -le devuelve la sonrisa.

Raven: Haha ¿Tu bebé habla?

Summer: Aún no, pero su carita lo dice todo.

Charlaron durante el tiempo que les llevó merendar, luego Raven invitó a Summer a pasear por la granja. La pelinegro sabía que era un tanto aburrido allí, pero sentía que era el lugar más seguro para su amiga en estos momentos.

Summer: ¿Tienes alguna meta o sueño en la vida?

Raven: Mmm... Mi sueño era terminar el instituto y ya lo hice, así que tendré que buscar uno nuevo ¿Tú tienes alguno?

Summer: Sip. Quiero conocer todo Remmant -levanta los brazos.

Raven: Wow... Eso es algo complicado.

Summer: Aunque... Después de tener a Yang... Digamos que tuve que poner ese sueño en stop. Yang es mi prioridad ahora, quiero que sea feliz.

Raven: Ya veo... Es comprensible.

Summer: Woow, ¿qué es eso? -exclama sorprendida, señalando hacia arriba.

Raven: Un dragón azul. Qué extraño, suelen vivir en ambientes más fríos -se cruza de brazos para analizar la situación, pero al ver que le disparan a la criatura, se alerta- Qué mierda -frunce el ceño.

Summer: ¿Le han... disparado?

El sonido de dos helicópteros hizo que Raven tomara a su amiga de la mano para volver a la cabaña. Al llegar, cerró las ventanas y cortinas, luego puso el seguro en la puerta.

Raven: Son cazadores... Algunos llevan armamento para matar a ese tipo de dragones... o criaturas como yo -trató de tomar aire para relajarse, se dio cuenta que podía estar asustando a la chica que la acompañaba- ¿Quieres preparar la cena? -le sonríe.

Summer: Ah... Si -hace una pequeña sonrisa, algo nerviosa y titubeante, para luego dirigirse a la mesada y buscar ingredientes en la alacena, movía las manos muy rápido e hizo caer varias cosas accidentalmente- ¡C-cielos... lo siento mucho! -se agacha e intenta alzar todo, volviendo a caérsele de sus manos, que temblaban un poco.

Raven: Hey... ¿Todo bien? -se gira al sentir todo el ruido, ella estaba sacando la carne de la nevera.

Summer: T-todo bien ¡En orden! -avisa con inseguridad en su voz, susurrando "todo en orden" de vez en cuando.

Raven se acerca a ella con cuidado y se agacha para ayudarle, colocando una de sus manos sobre las de su compañera.

Summer se sentía asustada, extraña y algo fuera de lugar. Con el sólo hecho de que Raven le dijera que fuese a hacer la cena, no pudo evitar ver imágenes de todo lo que pasaba con Ruk siempre que le pedía eso. Lo que le había ocurrido al volver de su graduación, no había sido la primera vez, pero por alguna razón, su cabeza le estaba haciendo una mala jugada.

Raven había notado el cambio en su amiga. Cuando la conoció, era tan nerviosa como ahora, algo insegura y con esa manía de esconder que todo estaba bien. Muy diferente a la Summer con quien habló esa noche en la isla... Recta, seria, segura y con una visión de su futuro.

Raven: Summer... ¿Te asusta estar conmigo?

Summer: N-no... Perdona...

Raven: Tranquila, entiendo...

Ambas se quedaron sentadas, mirando aquello que había caído al piso, hubo un silencio un tanto extenso.

Summer: Cuando era niña, el día que te fuiste. Esa misma noche, comencé a tener pesadillas.

Raven cambió su mirada hacia su amiga.

Summer: No eran seguidos pero venían a menudo, siempre era el mismo. Un lobo que aparecía de entre los arbustos en un bosque, comenzaba a acercarse a mí. Al principio, las primeras veces, me alegraba de verlo, pero luego me despertaba con el sólo hecho de saber que estaba por aparecer entre los arbustos -hizo una pausa- Cuando se acercaba a mí, sus ojos se tornaban rojos y me pedía que le ayudase, que no se sentía bien, yo intentaba todo... De varias formas, diferentes caminos, pero nunca podía ayudarle...

Raven: ¿Moría?

Summer: No... Me devoraba.

La pelinegro se hizo un tanto hacia atrás tras escuchas eso.

Summer: Con el pasar de los años, la pesadilla se fue... Luego conocí a Ruk.

Raven: ¿Has tenido esa pesadilla todavía?

Summer: No... Pero la primera vez que quise defenderme de Ruk, el sentir que ya no tenía control sobre mi respeto... El ver que era más débil... creo que siempre me retornaba a ese sueño... Al ver que cualquier camino que tomaba, no me llevaba a ningún lado...

Raven apretó la mano de Summer un poco más fuerte, su mente estaba cargada de angustia.

Raven: Maldigo el día en el que te abandoné... -dice casi en voz baja, apretando la mandíbula por la bronca.

Summer: N-no... Yo... no te cuento esto para que sientas eso... -se acerca a ella y la abraza- Tú me ayudaste a cambiar... a sentirme segura, a ver otros caminos... Si no fuese por ti... si no nos hubiésemos reencontrado en Beacon, tal vez; más bien, es seguro... que seguiría en el mismo laberinto...

Raven: ¿Puedo... volver a ser la razón de ese cambio?

Summer: Siempre lo has sido... Yo cometí el error de no contarte lo que sentía o quería... Pensé que había superado el miedo que sentía por Ruk, no quería involucrarte, pero terminé dañándote igual... Me imaginé superando lo que no pude antes sola para ir por ti... y decirte que ya no teníamos nada que temer... Pero era yo la que aún tenía miedos... No tu... Te hice daño...

Raven besa la frente de Summer y la abraza con más fuerza.

Raven: Cometimos errores las dos... pero ahora estamos juntas.

Nuevamente, ese abrazo cálido que siempre las reconfortaba a ambas estaba relajándolas, y en cada una, haciéndolas sentir emociones reencontradas que eran únicas cuando se necesitaban mutuamente. Protección, compañía, comprensión, entre otras cosas que comenzóa encenderuna mecha que aceleraba el corazón de ambas. Las manos ya no se quedaban inmóviles, las caricias en distintas partes del cuerpo era señal de deseo, la boca de Raven empezó a tomar posesión del hombro y cuello de la chica con caperuza. Si bien, la pelinegro no había tenido nunca una experiencia así, sentía que su cuerpo se impulsaba por sí sólo ante el deseo. Los pequeños gemidos de Summer ponían al lobo más activo. La morena estaba tan sumergida en el cariño que estaba dándole Raven, que no había notado que la tenía encima, su cuerpo descansaba sobre el suelo de madera.

Summer: E-espera... -pide un poco agitada, llevando una de sus manos hasta la de Raven, que parecía estar tratando de quitarle la caperuza.

Raven: Lo siento... Pensé que si no usabas tu poder, la capa no iba a ser problema...

Summer: N-no... No es ese el problema... Nunca lo he hecho sin quitarme toda la ropa.

Raven: P-pero...

Summer: Ruk sólo tenía la costumbre de colocarme contra algo y meter su pene. Parece una locura... pero de verdad, nunca me he quitado toda la ropa al hacerlo... -dice angustiada, se sentía un tanto tonta diciendo esto, por lo que llevó su brazo para taparse el rostro.

Raven también estaba nerviosa y avergonzada por lo que estaba haciéndole a la morena, pero su sangre hervía con el sólo hecho de escuchar el nombre de ese tipo.

Raven: Entonces yo te la quitaré -se sonroja y observa seriamente a la chica de ojos plateados, cuyo color tomaba brillo al sacar lentamente su brazo para ver a quien había dicho esas palabras- Y yo igual... Lo haremos sin ropa.

Summer: Ah-e- espera... -podía sentir el cambio de temperatura en su cuerpo mientras su acompañante comenzaba a quitarse el abrigo.

Raven se puso de pie y apagó la luz de la cocina, lo único que iluminaba la cocina, era el naranja intenso de la estufa eléctrica. Summer empezó a temblar un poco, nunca había pasado por algo así, literalmente. La última vez que lo hizo a oscuras con alguien, fue con Ruk en un hotel, estando borracha. Ni siquiera recordaba si había estado desnuda en esa ocasión. Se quedó tiesa mientras la pelinegro le quitaba la capa y su blusa negra, sin quitar el sostén. Luego la rodeó lentamente con sus brazos para abrazarla y colocarla entre sus piernas, Summer la sujetó de la camisa con sus temblorosas manos.

Raven: Tranquila... -le susurra- También estoy nerviosa, nunca lo he hecho con nadie. Tengo miedo de que mi cuerpo te desagrade y nunca haría algo que te hiciese daño. Tranquila... -repite, acariciándole el cabello.

Summer estaba un tanto molesta consigo misma y a su vez nerviosa, no podía darse cuenta que su cuerpo reaccionaba así al no haber hecho el amor de otra manera que no haya sido borracha o forzada, pero escuchar a Raven la relajó mucho, sus manos rodearon la cintura de quien tanto quería y su respiración comenzó a componerse.

Summer: Eres muy suave... a pesar de lo tosca que te haces ver... -sonríe.

Raven: Dicen que las apariencias engañan... Aunque yo siempre te imaginé muy suave y lo eres -pasa la yema de sus dedos lentamente hacia abajo, por la columna de la morena.

Summer: ¿S-si...? -indaga estremecida.

Raven: Si... y hueles muy bien -besa el cuello de la más pequeña, con delicadeza.

Summer comenzaba a sentir cómo su corazón volvía a acelerarse y los repetidos besos de la pelinegro en las distintas partes de su cuerpo, provocaban el apretar más fuerte la camisa de quien estaba enloqueciéndola con sólo pequeños actos.

Raven: No he... hecho algo así nunca, lamento si estoy haciendo algo mal... -dice un tanto agitada, el aroma de Summer estaba volviéndola loca.

Summer: Nunca me he sentido así... No soy ninguna experta en esto Raven... Desconozco- un gemido de su parte interrumpió lo que decía, Raven susurró un "lo siento" en voz baja tras haber apretado uno de sus pechos, luego todo quedó en silencio, era la primera vez que Summer gemía tras haber sentido algo gustoso y sobre todo, consciente. Sentía que podía morir de vergüenza- N-no... te preocupes...

Raven: Estoy... un tanto... -lleva su mano para tocarse, al sentir caliente allí, la quita.

Summer: ¿Estás excitada? -pregunta en voz baja, al notar que su amiga había bajado la mano para verificar.

Raven: Y-yo... no lo sé. Me incomoda un poco, me aprieta... ¿Es normal?

Summer: Creo... que sí ¿Puedo tocarte un poco?

Raven: Ah... -duda.

Summer: Dijiste que lo haríamos desnudas... -remarca, apoyando su cabeza en el hombro de la avergonzada chica.

Raven: S-si... Y eso haremos, sólo estoy un poco asustada...

Summer: Deja de pensar que tu cuerpo no va a agradarme... Es cálido... Siempre he querido sentirlo.

Raven: Está bien... -toma la mano de su amiga para colocarla sobre su intimidad, se sonrojó al instante, su respiración se aceleró sólo con sentir la mano de la morena.

Summer: Está... -mueve su mano, intentando sujetar bien el pene de Raven en sus manos, le costaba, ya que aún llevaba su pantalón- No sé cómo decirlo para que no suene... pervertido...

Raven: S-si... No lo muevas mucho... Creo que se agranda... cada vez me aprieta más...

Summer: Debo moverlo para que te sientas mejor, no te asustes -le besa la mejilla.

Raven: L-lo siento, debo parecer una idiota. Es mi primera vez, ni siquiera me he masturbado.

Summer: ¿Por qué? ¿Nunca te dio curiosidad?

Raven: La verdad... no. Prefería hacer de cuenta que no tenía uno... y ya.

Summer: Pero lo tienes...

Raven: Lo sé...

Summer: Y te amo así.

Esa palabra resonó en los oídos de la pelinegro, provocando una hermosa sensación que invadió toda su maltratada y fría alma. Apoyó su frente en los hombros de Summer y dejó caer varias lágrimas.

Raven: Yo... no quería nacer diferente -solloza.

Summer: Sé que no... Pero para mí eres hermosa, me encantas... -acaricia su cabello con delicadeza, era la primera vez que la morena escuchaba llorar así a Raven, se veía frágil; Raven era muy fuerte y tosca, pero sabía que cargaba con más cosas de las que podía soportar.

Summer levantó el rostro de la pelinegro para darle suaves besos en los labios mientras limpiaba sus mejillas, poco a poco, la chica de ojos plateados terminó apoyada en la madera nuevamente, con la mujer que tanto deseaba sobre ella, acariciando su cadera con cuidado y dejando un camino de besos desde su cuello hasta el abdomen. La morena podía sentir el cabello de la pelinegro rozando y cayendo por los costados de su cuerpo. Llevaba sus manos hasta abajo, para apoyarlas en la cabeza de Raven, quien comenzaba a perderse en los gemidos de la pequeña chica de caperuza. Volvió a subir hasta su cuello y reposó su frente en el hombro de Summer.

Raven: N-no sé qué hacer de aquí en más... -afirma avergonzada.

Summer: ¿Quieres... dejarme a mi primero? -indaga, intentando recuperar el aliento que la pelinegro le quitaba con cada roce.

Raven: S-si... Perdona.

Summer: No te disculpes, no es que yo sea buena haciéndolo -toma asiento para quedar frente a su compañera, llevando sus manos al frente para acariciarle el cuello.

Raven: ¿La primera vez que lo hiciste... se sintió bien?

Summer: No lo recuerdo... estaba borracha.

Raven: Oh... Perdona, no busco que recuerdes cosas malas, sólo que... Si hubiese sido buena experiencia, tal vez... pueda aprender de ella.

Summer: En todo lo que llevé con Rut, sé que sólo tuve relaciones unas cinco veces, de la cual, una, no la recuerdo; la segunda fue algo que esperaba que fuese "agradable" y fue todo lo contrario, las otras tres directamente no las quiero recordar.

Raven: Lo siento, pequeña...

Summer: No te preocupes... Me di cuenta que debía aceptar lo que la vida me daba, a pesar de las cosas malas que Rut me hizo, tengo a Yang...

Raven: Ha sido lindo... que puedas ver algo de luz en tanta oscuridad.

Summer: Bueno... Gracias a que te conocí esa fortaleza creció... Admito que estaba muy asustada antes -comienza a bajar su mano desde el pecho de la pelinegro, hasta su entrepierna, acariciándola un poco.

Raven soltó un pequeño gemido, haciéndola llevar una de sus manos hasta la boca. La chica de ojos grises no pudo evitar subir la mirada ante tan bello sonido.

Summer: Eso... ha sido lindo -ríe entre dientes.

Raven: N-no ha sido... nada lindo. No pude contenerlo, salió... así sin más -avisa totalmente sonrojada, sin quitar su mano.

La morena quería escuchar más de eso; podía sentir cómo las piernas de su compañera temblaban un poco, mientras más se acercaba a su intimidad, más la estremecía. Había tanto silencio, que podían sentir el latir de sus corazones. La respiración de ambas rondaba por los alrededores, tensionando el ambiente y a su vez, cubriéndolo de curiosidad y deseo.

Summer acercó lentamente su mano hasta el miembro de Raven, acariciándolo de diferentes maneras, podía sentir el nerviosismo de su compañera.

Summer: Es más grande que la de Rut -dice un tanto graciosa, para calmar el ambiente.

Raven: Eso... ¿Es bueno? -su voz estaba un tanto titubeante.

Summer: No sé si sea bueno o malo, pero me gusta -acerca el rostro hasta el cuello de la pelinegro, para morderlo con suavidad, sacando pequeños gemidos que ya no podía ocultar.

Raven: Este es un tema... algo extraño...

Summer: ¿Hablar de tu cosita? -la envuelve con su mano para comenzar a masturbarla un poco.

Raven: ¡Ah...! P-para... -pide entre gemidos.

Pero la pequeña caperuza no se detuvo, Raven se arqueaba cada vez más hacia atrás al sentir lo que comenzaba a ocurrir debajo mientras la morena no soltaba su cuello, lo mordía y lamía, una y otra vez. Ni siquiera notó que su parte baja había empezado a crecer y humedecerse.

Summer: ¿Se siente bien? -pregunta un poco nerviosa, no sabía si realmente estaba incomodando a la pelinegro o haciéndola disfrutar, pero trataba de guiarse por los gemidos. A veces, Raven llevaba su mano hasta la de ella, empujándola un poco.

Raven: Si... sólo... estoy algo asustada... -avisa jadeante.

Summer: No te asustes... Estoy aquí contigo. Si estoy haciéndote sentir bien... entonces eso me hace feliz -comienza a inclinarse para bajar el rostro hasta bajo.

Raven: Es-pera... Summer, ¿qué haces? -la empuja un poco, no quería hacer sentir mal a la morena, pero algunas cosas le resultaban extrañas.

Summer, aún después de sentir el empuje de su amiga, volvió a acercar el rostro hasta su objetivo, pasando su lengua por la punta con cuidado y dando círculos con la misma. Tomó el miembro de Raven con su dedo pulgar e índice para continuar masturbándola, sacando gemidos más fuertes del lobo.

Raven: ¡Summer... ya... me siento... rara! ¡Ah...! ¡Para! -no podía evitar mover un poco sus caderas, sus manos estaban apoyadas en el suelo, rascándolo de vez en cuanto ante tanto placer.

Summer: Si quieres que pare... quítame de aquí... -dice en voz baja, sin dejar de saborearla- Sabes... muy bien Raven...

Entre la voz de Summer, el sentir su lengua allí, jugueteando con su parte íntima y el movimiento que realizaba con sus dedos; la llenaban de éxtasis. El comedor ahora sólo estaba invadido por los gemidos y la respiración acelerada de Raven. La morena podía sentir cómo su saliva baja por el cuello, mezclados con los fluidos de su adorada loba, pero esos fluidos se convirtieron en algo más empezó que comenzó a saltar en su rostro y cuerpo. La pelinegro aún daba pequeños y agudos gemidos de placer mientras se corría, las piernas le temblaban un poco y su respiración estaba más acelerada que antes, por lo que trataba de relajarla.

Summer: ¿Estás bien...? -se limpia el rostro y lo sube, para verificar la situación.

Raven: Creo... que estoy bien... -avisa agitada.

Summer: ¿Te gustó? -pregunta curiosa y con una sonrisa.

Raven: Puede... ser... -gira el rostro, avergonzada.

Summer: ¿Puede ser? ¿Entonces... no pude hacerte sentir súper? -pregunta, acomodándose sobre la pelinegro, quien guardó silencio unos segundos.

Raven: Sólo... puedo decirte... que no imaginé lo bien que podía sentirse eso... -trata de voltearse para verla, aún estaba sonrojada, llevó uno de sus brazos para rodear la cintura de su adorada chica.

Summer: Me alegra haberte podido hacer sentir bien -la abraza con delicadeza- Gracias por confiar en mí....

Raven: No... Gracias a ti, por atreverte a conocerme... -lleva el otro brazo para rodear la espalda de Summer y así, poder abrazarla. Al hacer eso, pudo sentir todo el líquido pegajoso- Rayos... ¿eso es mío?

Summer ríe por debajo y la abraza más fuerte.

Summer: Te amo Raven...

Nuevamente, el lugar se tornó silencioso, pero la morena pudo sentir la humedad en uno de sus hombros. No había imaginado que aquella chica tan ruda y seria, podía ser tan frágil y sensible.

Raven: También te amo, Summer.... Te amo... -repitió en un susurro.

Continuará.    

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